Evo Morales acaba de cometer un claro acto de injerencia en el proceso electoral del vecino país, afirmando que de ganar la segunda vuelta Mauricio Macri “habrá conflictos en Argentina”.“Yo no podía creer que casi perdemos, yo estaba seguro de que iba a ganar por más. Pero ahora tenemos como desquite la segunda vuelta que esperamos que gane Scioli para seguir este proceso de cambios. (…) ¡Imagínese si gana el opositor a Scioli con qué Parlamento va a gobernar! Es la verdad, el pueblo argentino tiene que entender esto porque si no habrá conflictos”, dijo el presidente cocalero.En realidad, lo que Morales está haciendo es servirle de vocero a la “teoría del caos” que, como estrategia desesperada, impulsa Cristina Fernández de Kirchner, intentando sembrar la idea de que una presidencia macrista estaría plagada de conflictos.Se trata de una amenaza velada, ya que los sectores llamados a crear los enfrentamientos serían precisamente la clientela kirchnerista, que apelaría a distintas metodologías de sabotaje de las eventuales reformas democráticas.Es muy probable que la táctica acabe siendo un boomerang que golpee con aún mayor fuerza a la presidenta y a su tibio delfín, Daniel Scioli, ya que buena parte de la ciudadanía podría terminar de hartarse de su estilo confrontacional y darle un mandato amplio a Macri para que desmonte este belicismo social.La teoría del caos ya ha sido esgrimida por Nicolás Maduro, quien asevera que de triunfar la oposición republicana el 6 de diciembre Venezuela se sumiría en la turbulencia, y también por el propio Morales en el contexto del reeleccionismo, sugiriendo que de no estar él en la presidencia de modo casi perpetuo se acabaría la “estabilidad”, y que de no existir el MAS en Bolivia “habrían unas segundas FARC”.Es la estrategia del miedo, asumida por un menguante populismo que va de salida, y a la que hay que oponer la estrategia de la esperanza…[email protected]