Tesis políticas eran las de antes: la famosa “Tesis de de Abril”, donde Lenin plasmó la hoja de ruta para el golpe de Estado bolchevique. La “Tesis de Pulacayo”, donde el sindicalismo minero aplicaba el concepto trotskista de la revolución permanente a la realidad boliviana. La “Tesis de Ayopaya”, donde Walter Guevara Arze delineaba el programa de la alianza de clases. Eran otros tiempos.En cambio, desde hace algunos años tenemos la “Tesis de Shinahota”, real o apócrifamente atribuida al vicepresidente Álvaro García Linera, donde se plantea la descolonización como un “quitarle el alma a los kharas”.Y ahora llegamos al colmo de la pobreza ideológica con la llamada “Tesis de Cochabamba”, elaborada por la regional del MAS en ese departamento para contribuir a la campaña del Sí a la re-re-reelección presidencial. Documento de diez puntos donde se consignan varias falacias a las que pasaremos revista.La “Tesis” afirma que en el referéndum del 21 de febrero tendrá lugar una batalla “decisiva e histórica”, en la cual “nos estamos jugando diez años de lucha contra el neoliberalismo”.El documento descalifica la alternancia, aseverando que “no garantiza la continuidad del proceso de cambio”, lo que muestra un radical desconocimiento de este principio democrático, que apunta a la estabilidad de las instituciones y no de un gobierno de turno, cualquiera sea la etiqueta o nombre rimbombante que éste se haya dado.Más adelante, se dice que la “repostulación” es importante para evitar la enajenación de las empresas del Estado y la entrega de recursos naturales a las transnacionales. Crasa deformación de la verdad, que omite decir que es precisamente Evo Morales quien está ofreciendo a inversores extranjeros compañías públicas y yacimientos minerales (ver la reunión en el Four Seasons).Incluso se alega que “apegarse a la letra muerta de la ley es repetir la conducta de la oligarquía”, apología de la arbitrariedad gubernamental y curiosa reinvención del brutal “le meto nomás”.Tal vez sería mejor elaborar una “Tesis de Chonchocoro”, donde se explicite que, para evitar que la camarilla palaciega acabe tras las rejas por sus numerosos casos de corrupción, es necesario el blindaje de impunidad que solo otorga la perpetuación en el poder…[email protected]