Ha llegado el momento…

Foto Gary Rodriguez - OKGary Antonio Rodríguez ÁlvarezEl Instituto Nacional de Estadística ha reportado exportaciones por 6.924 millones de dólares al tercer trimestre de 2015, cifra muy distante de los 10.131 millones logrados en igual lapso de 2014; importaciones por 7.027 millones de dólares, bastante cerca de los 7.664 millones del mismo periodo del pasado año; y –en el balance global– un déficit comercial de 103 millones de dólares.Sin embargo, descontando las reexportaciones y efectos personales, como corresponde hacerlo, siendo que ni lo uno ni lo otro significa un ingreso de divisas para Bolivia, las exportaciones al tercer trimestre sumarían 6.776 millones de dólares; las importaciones sin efectos personales, 7.023 millones, con un saldo deficitario de 247 millones.Puede parecer una nimiedad, pero no lo es, siendo que a septiembre de 2014 el país registraba 2.383 millones de superávit comercial, mientras que ahora hay déficit. Esto significa que lo que exportamos no nos alcanza ya para pagar lo que importamos. Tampoco es un tema menor el volver –luego de más de una década– a un escenario de desbalance comercial y, de no tomarse medidas inteligentes para reanimar las exportaciones, el riesgo es que el déficit se repita de aquí en más.Las exportaciones resultan vitales para Bolivia: de 2006 a septiembre de 2015 su valor superó los 81.000 millones de dólares, con lo que se financió importaciones por más de 65.000 millones, aportando además con casi 16.000 millones a las Reservas Internacionales Netas del BCB, que si bien hoy no están en dicho nivel, es porque se echó mano a una parte de ellas. Si las exportaciones son cerca del 40% del PIB y las importaciones más del 30%, no cabe soslayar su importancia ni la del mercado internacional viendo todo lo que le vendemos y, además, todo lo que compramos de él.El 2009 sufrimos un embate de bajos precios –es verdad–, pero no menos cierto es que, pese a que por aquella crisis, nuestras ventas cayeron 1.533 millones de dólares, ese año registramos un superávit de 822 millones, algo que no ocurre hoy, pues aquel bajón fue pasajero, no así el superciclo de precios altos, que terminó. Las exportaciones bolivianas a septiembre se derrumbaron en casi 3.300 millones de dólares y vamos camino a retroceder 5 años en esta materia, y a remontarnos a los recurrentes déficits que sufríamos hasta principios del siglo XXI.Con los sectores tradicionales en picada… ¿no ha llegado el momento de apostar por la exportación no tradicional como generadora de masivas divisas y empleos?El Deber – Santa Cruz