Este viernes cierra La Prensa, otro diario boliviano abatido por la asfixia económica del gobierno

Nacido en 1998 como ‘el periódico que queremos’, este viernes cierra La Prensa. El corte de publicidad estatal y malas estrategias dieron pie a la debacle del periódico paceño.

La edición 6.400 cierra 17 años de circulación del diario La Prensa

Periodismo. El corte de publicidad estatal y malas estrategias dieron pie a la debacle.

La Razón  / La Paz



Trabajadores. Una toma general del personal que formó parte del medio impreso en anteriores años.
Trabajadores. Una toma general del personal que formó parte del medio impreso en anteriores años. Imágenes antes de el cierre del periódico La Prensa. Fotos: Alfredo Canaviri.
Impresión. Dos responsables de montaje.
Impresión. Dos responsables de montaje.
Área. La sala de redacción del diario, en Villa Fátima.
Área. La sala de redacción del diario, en Villa Fátima.
Sección. El equipo de responsables de la rotativa.
Sección. El equipo de responsables de la rotativa.

Tras agudizarse los problemas económicos, La Prensa cerrará 17 años de trabajo con la edición número 6.400, una entrega especial que circulará el viernes. La falta de publicidad estatal y las “desatinadas” estrategias de relanzamiento complicaron al medio.

“17 años de historia. La Prensa hace una pausa. Gracias Bolivia”, es el mensaje que publicó el diario en la contratapa de su edición del sábado y que en los últimos días circula en las redes sociales. Este impreso nació en La Paz con 150 trabajadores, entre periodistas, fotógrafos, diseñadores gráficos, distribuidores y obreros de la rotativa.

El primer número circuló el domingo 14 de junio de 1998 con el titular principal de “Coca cero en el gobierno de Banzer”, recordó Rafael Archondo, el primer editor general del rotativo.

El empresario Jorge Canelas fue fundador del medio, a iniciativa conjunta de los diarios Los Tiempos, de Cochabamba, y El Deber, de Santa Cruz. Juan Cristóbal Soruco (actual director de Los Tiempos), Alfonso Canelas (reconocido periodista ya fallecido), Amparo Canedo (actual directora de Opinión) y Grover Yapura (director de la revista Oxígeno) fueron algunos periodistas que asumieron la dirección del impreso.

Comunicadores que fundaron el diario recordaron que inicialmente el proyecto de La Prensa estaba orientado a un periodismo de investigación y de crónica. “Ese año conseguimos siete premios”, rememoró uno de ellos, quien pidió no publicar su nombre. Archondo señaló que en el periodismo boliviano ese impreso jugó el papel de “un duro crítico al gobierno del general Hugo Banzer”, en los primeros seis meses.

El periódico se propuso ser el más influyente con una información acorde a las necesidades de la población, y para ello reunió a un equipo de reconocidos periodistas, los mejores pagados en ese entonces. Pero, una evaluación del primer semestre de circulación, en diciembre de 1998, concluyó que las ventas no eran las esperadas.

Crisis. Ese mismo mes se despidió a dos jefes, lo que ocasionó una huelga de trabajadores que duró tres días. “En 2003 se sumó el conflicto interno que se dio durante la ‘guerra del gas’ (octubre), cuando la redacción se convirtió en un campo de batalla de dos bandos: unos a favor del levantamiento y otros del lado del Gobierno de turno”, recordó Archondo.

Extrabajadores de la redacción de La Prensa mencionaron que los actos de corrupción y la custodia de bienes “encantados” del narcotráfico fueron algunos temas propios que marcaron la agenda periodística. Uno de los fundadores del medio, quien también pidió mantener su nombre en reserva, sostuvo que una causa de la debacle está relacionada con la publicación de una nota sobre el supuesto ingreso al país de 33 camiones de contrabando (2008).

Gregory Beltrán, uno de los seis periodistas que quedan en La Prensa, indicó que “debido a las diferencias con el gobierno de Evo Morales se restringió la publicidad estatal y eso mermó la distribución y venta de los periódicos. Ése fue un primer factor de crisis de este medio”.

Los comunicadores entrevistados coincidieron en que una segunda causa fue “la mala administración de los gerentes” y la tercera, “la desatinada estrategia” para sacar a flote a La Prensa con dos relanzamientos, uno de ellos a cargo de una consultora extranjera que cambió el logo y el contenido.

En los últimos siete años la crisis económica empeoró al punto de que los actuales propietarios, la familia Canelas, vendieron en 2015 las instalaciones de la zona de Villa Fátima para pagar deudas a Impuestos Internos, a la Caja Nacional de Salud y a las Administradoras de Fondos de Pensiones.  Muebles, cortinas e incluso macetas de plantas fueron rematados cuando el reducido equipo desalojó los ambientes, dijo María Esther Cuenca, responsable de publicidad.

El equipo de La Prensa se redujo de 60 periodistas a seis. En octubre de 2015 la gerencia repartió preavisos de despido. Mirna Echave, editora general, explicó que el cierre es una pausa y no un adiós. “Creo que van a evaluar una posible inversión, es lo que los propietarios comunicaron a los trabajadores. No sabemos si el periódico continuará en edición digital”. No se descarta que los trabajadores compren la marca y la administren con financiamiento.

Última edición de La Prensa

Resumen

Los pocos periodistas del diario trabajaron en su última edición, la 6.400, que es un resumen de lo que fue La Prensa, resaltando las imágenes y temas destacados.

Encuentro

El viernes habrá un encuentro de extrabajadores del rotativo, en la Federación de la Prensa, de la ciudad de La Paz.