El caldo y los ingredientes del conflicto

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Una de las señales más claras de la crisis económica, que comienza a quitarle oxígeno a un gobierno derrochón, es el torniquete tributario que ahora también se aplica a los gremialistas y transportistas, grandes aliados del Gobierno, que hasta ahora miraban de palco cómo el régimen aplicaba lo que ellos denominan “terrorismo fiscal” en contra del sector formal de la economía.



Cuando la platita escasea, hay que buscar de dónde sacar algo, hecho que incomoda a los protegidos, que durante diez años han estado gozando del paraíso del contrabando y la evasión. Pero resulta que se trata de los sectores más chúcaros del país, casi tanto como las juntas vecinales de El Alto, que en 2003 iniciaron sus protestas a raíz del intento del municipio de aplicar un impuesto sobre las viviendas, fermento que sirvió luego para desatar la denominada “guerra del gas”.

En ese tiempo, los cabecillas de las movilizaciones recibieron en bandeja el apoyo de la represión desmedida ejercida por los militares y en esta ocasión los uniformados vuelven a caer en la misma torpeza. Hablamos del incidente ocurrido el lunes en Tambo Quemado, donde dos oficiales que estaban borrachos, torturaron y mataron al conductor de un camión. Son los mismos ingredientes del pasado, veremos cómo sale el caldito.

Fuente: eldia.com.bo