Más licitaciones y menos culebrones

evodolaresEn parte por las múltiples mentiras oficiales, que crean verdaderos laberintos de confusión, y también por intencionadas maniobras distractivas del gobierno, el caso Camc se ha ido convirtiendo en una bizarra telenovela donde se corre el riesgo de perder el eje central del asunto.Nos referimos al posible tráfico de influencias entre el presidente Evo Morales y la madre de su hijo, Gabriela Zapata, gerente comercial de la empresa china que recibió casi 600 millones de dólares en contratos del gobierno del MAS.El trasfondo de la cuestión es que bajo el régimen evista Bolivia ha visto prácticamente desaparecer el mecanismo de las licitaciones para los proyectos y compras estatales, sustituido por la práctica de las contrataciones por invitación directa.En el origen de esta discrecionalidad, tan proclive a la corrupción, se encuentra una serie de decretos supremos firmados por el presidente Morales, que habilitan las adjudicaciones directas con la excusa de que las licitaciones son “engorrosas y burocráticas”.Las contrataciones directas son uno de los pilares fundamentales de las cleptocracias del siglo XXI. Por eso lo del título: necesitamos más licitaciones y menos culebrones…[email protected]