En los últimos años, la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB) se ha visto enfangada por múltiples escándalos, que van desde casos de presunta corrupción hasta la censura literaria, pasando por los conflictos entre cargos jerárquicos, el retiro de personal calificado y las grandes adquisiciones inútiles.En suma, la FCBCB se ha ido convirtiendo en una suerte de “Fondioc” de la cultura, pareciendo cada vez más un botín en manos de intelectuales orgánicos del Movimiento Al Socialismo.Esta crisis ha tocado fondo con la renuncia “por razones de salud” del ahora ex presidente de la Fundación, Homero Carvalho, protagonista de buena parte de los entuertos arriba citados.En su gestión sobresalen el intento de compra de un inmueble con sobreprecio millonario a la madre de un consejero de la FCBCB, detenido por denuncias de prensa; la censura ejercida por Carvalho a dos escritores cubanos disidentes en el marco del Festival Santa Cruz de las letras; los conflictos con el ex subdirector del Centro Plurinacional de la Cultura de Santa Cruz, con el ex director del Museo Nacional de Arte y con el ex director del Archivo y Biblioteca Nacional de Bolivia; así como la compra de una editorial e imprenta hace años que hasta hoy no entra en funcionamiento.Más allá de ineptitudes personales, lo que sucede en la Fundación Cultural del BCB es un síntoma de la crisis de la política cultural del evismo, poco proclive al pluralismo, la meritocracia ni la institucionalidad…[email protected]