La censura literaria ya se le va haciendo costumbre al régimen. El caso más reciente de esta práctica autoritaria se dio durante el encuentro “Santa Cruz de las letras”, donde un comisario ideológico del Ministerio de Culturas intentó impedir la conferencia Cuba por dentro y por fuera, de los escritores cubanos Wendy Guerra y William Navarrete.Leyendo algunos escritos de Guerra, con afirmaciones tan heréticas como “Hay vida después de Fidel”, queda claro lo que molestaba y preocupaba a los censores evistas.El burócrata cultural encargado de bloquear la ponencia, Homero Carvalho, alegó que la conferencia “se salía de lo literario” y “podría haber generado molestias o confusión entre los asistentes, porque tocaba temas netamente políticos”.“Quizás el error fue nuestro, al permitir que se incluya en el programa esta conferencia”, añadió el funcionario. Es decir, que la equivocación fue proceder a la censura a posteriori en vez ejercer la censura previa.El incidente se suma a varios anteriores, como el intento del viceministro de descolonización, Félix Cárdenas, de expurgar de la currícula escolar a clásicos bolivianos como Alcides Arguedas y Antonio Díaz Villamil.O a la censura del libro “Evadas”, del escritor Alfredo Rodríguez, cuya presentación fue vetada en el stand de Bolivia en la Feria Internacional del Libro de Chile, a raíz de la intervención de la entonces ministra de culturas Elizabeth Salguero…[email protected] también:Santa Cruz de los miedosCarta motivada por la censura