La inclusión laboral es el mayor desafío

Cochabamba.- La inclusión laboral es el desafío más serio que tienen las personas con discapacidad. El trabajo da independencia, realización y autonomía. El Centro de Formación e Inclusión Laboral de Jóvenes (Cefol) asumió este reto desde 2010 a partir de identificar los intereses y potencialidades de los jóvenes con discapacidad intelectual leve.Son personas “que tienen mucho que enseñar, aportar. Son seres humanos sensibles, con valores, que enseñan el comportamiento humano: pensar en el otro, ayudar y dar”, afirmó la directora de Cefol, Moira Querejazu Lewis.En su cruzada pretende preparar a los jóvenes en oficios en los que se sienten motivados como auxiliar de oficina, taller de manufactura, arreglo y mantenimiento de computadoras, auxiliar de veterinaria, gastronomía, teatro y arte. Más adelante se quiere incluir jardinería.“Es difícil en nuestro país que una escuela técnica, una universidad dé respuesta a las necesidades que ellos tienen. No se hacen adaptaciones curriculares, no hay condiciones especiales para trabajar con ellos. Hay una serie de barreras que hacen que el entrar en una escuela técnica o una universidad no sea el camino adecuado”, reflexionó.Su labor no se limita a la formación, sino que incluye un acercamiento con las empresas para que los jóvenes realicen sus prácticas profesionales y logren conseguir un trabajo.En la primera etapa se brinda además un acompañamiento psicológico para fortalecer las habilidades sociales y también se sensibiliza al personal.“Lo difícil es la acogida de las empresas. Lo que está costando es la contratación formal con todas las normas legales. Eso es lo más difícil”, contó.Explicó que por ley, el 4 por ciento de los trabajadores de instituciones  públicas tiene que ser personas con discapacidad, pero esto no se cumple. Además, las empresas privadas deben incluir a este grupo como parte de su componente de responsabilidad social.Por ello, es necesario trabajar en la incidencia para que las leyes se cumplan. Entre las normas que los amparan está el Decreto Supremo 27477 de Contratación Preferente e Inamovilidad Funcionaria de Personas con Discapacidad. También está el Decreto Supremo 27477 que vela por la estabilidad laboral.“La idea es que el joven responda al requerimiento de la empresa, que no haya un desfase, es sumamente importante para evitar frustraciones y que la empresa no sienta que no recibe el apoyo que necesita”, explicó la directora de Cefol.Una de las educadoras del centro, Karen Munckel, expresó que los jóvenes con discapacidad intelectual leve tienen muchas aptitudes para actividades como el teatro y la danza. En diciembre de 2015, el centro presentó con el apoyo de actores e instituciones la obra teatral denominada “Viaje al centro de mí mismo”.Este año, las pinturas de los estudiantes son parte de un calendario. También se elaboró una audiovisual con la experiencia de los jóvenes en sus prácticas laborales para sensibilizar a las empresas sobre las potencialidades de este sector.El centro actualmente prepara a 15 jóvenes y, además, en el lugar hay personas entre 17 y 38 años. La psicóloga Sandra Aranda explicó que los estudiantes identifican sus habilidades a través de un psicodiagnóstico.Ronald Montevilla Sánchez (20), uno de los estudiantes que acude al centro, se inclina por la pintura y el baile.En tanto que Estefanía Bustillos (27) ya realiza prácticas con una conocida maquillista en el área de atención al cliente. Escarlet Mejía completó su formación como auxiliar de oficina.Los adolescentes se expresan positivamente sobre el trabajo y la responsabilidad.  “Me gustaría ser un artista como Michael Jackson y pintar”, comentó Ronald Montevilla.El trabajo del centro comprende tres ejes. El primero es la formación y habilidades sociales; el segundo la familia y el tercero la empresa. “También es muy importante que las familias apoyen, estén con una mirada positiva, no le quiten la seguridad a su hijo. Es importante trabajar los tres ejes”, manifestó la directora.Añadió que entre los logros de los estudiantes están los elogios de los empresarios sobre el trabajo que realizan. Moira Querejazu recordó el siguiente comentario de un empleador: “Desde que (el joven) estuvo las relaciones mejoraron”. Él mismo explicó que la presencia de una persona con discapacidad ayudó a mejorar la empatía y los valores entre el personal. Finalizó: “No sólo cumplió su trabajo, sino que enseñó valores humanos”. FormaciónEl proceso y el trabajo MétodoLos jóvenes con discapacidad intelectual leve reciben una formación integral y acompañamientos durante sus prácticas profesionales. LA INCIDENCIA EN EL MUNDO Y BOLIVIALa Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que mil millones de personas en el mundo, el 15 por ciento, padece alguna forma de discapacidad. En Bolivia hay 54.000 personas afectadas, 42.579 carnetizadas. De ellas, 19.805 con discapacidad grave reciben la Renta Solidaria de 1.000 bolivianos al año. En Cochabamba, hay casi 1.000 niños y adolescentes en el sistema de educación regular. Las tasas de discapacidad en el mundo están aumentando por el envejecimiento y enfermedades crónicas. 

Fuente: lostiempos.com