El empresariado habla del efecto económico. Brasil estrena un canciller duro con Bolivia y con el Mercosur. Evo da su apoyo a Dilma Rousseff y califica de «golpe congresal y judicial» a la suspensión. 
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En Bolivia se teme impacto energético y productivo
El empresariado habla del efecto económico. Brasil estrena un canciller duro con Bolivia y con el Mercosur. Evo da su apoyo a Dilma y califica de golpe congresal y judicial a su destituciónM. M./ D. J. / AGENCIAS / EL DEBEREmpresarios, economistas y el Gobierno expresaron su temor de que la crisis política y económica de Brasil repercuta en un retraso en las tentativas para la negociación de compra-venta de gas natural y una pérdida de competitividad de los productos nacionales respecto a los importados.“Es indiscutible que una crisis política afecte al normal desenvolvimiento de una economía. Ya Brasil está pasando por una crisis económica, que por su efecto en la devaluación de su moneda, entre otros, nos está afectando directamente. Nuestros productos han perdido competitividad. Eso está teniendo efectos en varios sectores productivos nacionales. Esperemos que esto no se agrave”, manifestó en su primera reacción, luego de la suspensión de la Presidencia de Dilma Rousseff, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas.El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Horacio Villegas, aclaró que aún no sabe si la crisis política brasileña agravará más la situación económica del país, pero está seguro de que lo que se registra desde hace meses es el golpe del contrabando y la depreciación de su moneda, que ha incrementado la importación de productos brasileños.La Cámara Nacional de Comercio (CNC) se pronunció señalando que la inestabilidad política en Brasil puede dañar aún más su economía, lo que repercutirá en Bolivia. La depreciación de su moneda ha hecho que los bienes producidos en ese país se vuelvan más baratos.“Por ello, las poblaciones fronterizas, que antes atraían a los brasileños, quienes preferían realizar sus compras en nuestro país, ahora las realizan en Brasil”, indicó la entidad.Negocio del gasOtro de los aspectos que se destaca en la crisis brasileña es el manejo que se dará a las negociaciones para la compraventa de gas natural más allá de 2019.El recién nombrado embajador en Brasil, José Kinn, explicó que las relaciones diplomáticas con el vecino país datan de la época republicana y continuarán al margen de la crisis política. El esfuerzo del diplomático se enfocará en apoyar la profundización de los lazos políticos y económicos.Kinn afirmó que una de las prioridades de la misión diplomática es apoyar al Ministerio de Hidrocarburos en las negociaciones de la ampliación del contrato de venta de gas, que finaliza en 2019, aunque el cambio de autoridades puede dilatar la firma de un nuevo contrato.“Puede darse una ralentización de las negociaciones, porque ellos van a estar distraídos en la solución de su crisis y puede que por eso se ralentice un poco en el tiempo. Pero ellos necesitan comprar gas y nosotros necesitamos venderles. Nos necesitamos ambos”, dijo.Según el exministro de hidrocarburos Álvaro Ríos, la profunda crisis política, económica y social que vive Brasil impactará no solo a Bolivia, sino a varios países de la región, debido al peso, tamaño y liderazgo que tiene Brasil con todos sus vecinos.Jerjes Justiniano, exembajador de Bolivia en Brasil, expresó que no habrá efectos en la venta de gas ni en las exportaciones o importaciones entre ambos países, ya que “los intereses y negocios se hacen de Estado a Estado”, aunque era probable que los efectos sean en el plano de las afectaciones y las colaboraciones mutuas que pueden disminuir.Brasil estrena cancillerAnoche, José Serra asumió la Cancillería con planes de dar un golpe de timón de 180 grados a la política exterior de Brasil y desquitarse, por fin, de Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva, quienes por medio de las urnas le cerraron las puertas de la Presidencia dos veces.Además de ser un férreo opositor del bloque bolivariano, Serra, durante la campaña presidencial de 2010, acusó a la Bolivia de Evo Morales de ser connivente con el narcotráfico y el año pasado usó la tribuna del Senado para pedir que Brasil salga del Mercosur, un bloque que calificó como un «delirio megalomaníaco».Evo ve golpe un congresal El presidente Evo Morales expresó ayer “indignación» frente al “golpe congresal y judicial» que destituyó a la mandataria Dilma Rousseff, una aliada del gobernante boliviano.“Hermana Presidenta @dilmabr sentimos la misma indignación que usted y su pueblo frente al golpe congresal y judicial», escribió Morales en Twitter, en su primera reacción ante la destitución de Rousseff, quien fue reemplazada por el vicepresidente Michel Temer.“Los pueblos humildes condenamos el atentado contra la democracia y la estabilidad económica del Brasil y la región», escribió en su cuenta @evoespueblo.En los últimos días, Morales manifestó en reiteradas ocasiones su respaldo a su homóloga Dilma Rousseff