Brillante, mordaz, contradictorio: Cela, cien años después

b3983_celaFue una de las plumas más brillantes de la literatura española del siglo XX y también una de las voces más mordaces y controvertidas. Ahora, un siglo después de su nacimiento y 14 años después su muerte, España homenajea a Camilo José Cela.Su llegada al mundo, o a «este valle de lágrimas», como él lo describió, tuvo lugar el 11 de mayo de 1916 en la aldea gallega de Iria Flavia, donde ahora descansan sus restos.Cien años después, la fundación que lleva su nombre y el de su primera esposa, presidida por su único hijo, quiere dar a conocer las múltiples facetas del autor de «La colmena», pero sobre todo una: la de escritor. «Porque para bien o para mal, es un clásico, aunque sea un clásico raro», dijo hoy su hijo, Camilo José Cela Conde, en la presentación del libro Cela, piel adentro.Cela era muchos Celas. El provocador, obstinado, ocurrente y algo soez de las entrevistas y apariciones públicas, pero también el joven «angustiado y cargado de contradicciones» al que se descubre en las cartas que envió en los años 40 a su primera esposa, Charo Conde.En la correspondencia, que su hijo revela ahora en su libro, aparece un hombre «solo y desesperado», «casi en las antípodas» del personaje que mostró al gran público. «Todos los escritores se inventan personajes. El primero, el suyo propio», destacó su vástago.El libro de Cela Conde es una de las sorpresas de este centenario, que contará con conferencias, ciclos de cine, exposiciones y reediciones de algunas obras. Una de ellas, a cargo de la Asociación de Academias de la Lengua Española, será la de «La colmena», que incluirá los párrafos eliminados por la censura franquista.La lectura de sus libros «es el mejor homenaje» que se le puede hacer, dijo hoy el hijo del autor.El hombre que con 26 años escribió La familia de Pascual Duarte, el libro en español más traducido después del Quijote, publicó más de un centenar de obras a lo largo de su vida y recogió algunos de los premios literarios más importantes, como el Nobel (1989), el Cervantes (1995) o el Príncipe de Asturias de las Letras (1987).»Cuando le concedieron el Nobel entró en una pendiente resbaladiza, porque todos creían que estaba imposibilitado para seguir escribiendo, pero se guardaba un as en la manga», señaló su hijo en alusión a Madera de boj (1999), la última novela de Cela.Además de escribir más de un centenar de obras, traducidas a más de 30 lenguas, y ser miembro de la Real Academia Española durante 45 años, Cela fundó la revista literaria Papeles de Son Armadans, que llevó a España la voz de los exiliados y las tendencias literarias europeas durante la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).Su relación con el régimen fue contradictoria. Llegó a ser miembro de su aparato censor, pero él mismo sufrió después en carne propia la censura. «La colmena» fue editada por primera vez en Buenos Aires tras su prohibición en España por sus escenas eróticas.Polémica fue también la publicación de La catira, la novela que Cela escribió en los años 50 por encargo del dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez como primera -y única- de la serie Historias de Venezuela.En su vida personal también hubo algún que otro terremoto. En 1990 se separó de Charo Conde para casarse con Marina Castaño, una periodista 40 años menor que él a quien nombró su heredera. Su hijo, fruto de su anterior matrimonio, ganó la batalla judicial mantenida contra ella diez años después de la muerte del escritor.Cela falleció en Madrid el 17 de enero de 2002 a los 85 años. Catorce años después, su obra y su memoria siguen vivas. «En España, quien resiste, gana», solía decir el escritor.DPA/Diario Las Américas