Un Chapulín con astucia azulada

puevoRoberto Méndez Herrera*Vestido de rojo y con un corazón, como escudo, con sus antenitas de vinil vibrando para detectar la presencia del enemigo, con su chipote chillón o sus pastillitas de chiquitolina. Así aparecía el Chapulín Colorado ante la sola exclamación “¡Oh! Y ahora, ¿quién podrá defenderme?”.Y tener una persona que reaccione así, ante el solo pedido, era la idea que existía entre los bolivianos durante el proceso de selección de un nuevo Defensor del Pueblo por un periodo de seis años. Pero del dicho al hecho, quedó mucho trecho y nuestro nuevo Chapulín Colorado, al parecer se pinta de azulado y a decir del examen teórico que dio ante la comisión legislatura que lo eligió, parece que le falta astucia, pues respondió varias veces con un “humm… “, en preguntas tan elementales como señalar tres atribuciones del Defensor del Pueblo. Y se quedó sin nombrar la primera, señalada en la Ley 1818 de 1997.“El Defensor del Pueblo es una Institución establecida por la Constitución Política del Estado para velar por la vigencia y el cumplimiento de los derechos y garantías de las personas en relación a la actividad administrativa de todo el sector público; asimismo, vela por la promoción, vigencia, divulgación y defensa de los derechos humanos”, señala el primer artículo.Esperábamos un Chapulín boliviano, de la «rojo, amarillo y verde”, y no un nuevo Defensor que en su entrevista mencionó dos palabras claves que seguramente orientarán su accionar: “propositivo” y “coordinador”.Precisamente saliendo de esa esencia en su propuesta que exigía la comisión parlamentaria, el nuevo Defensor del Pueblo, dijo que había que replantear el papel de hombre crítico o juez, por el de un funcionario que prevenga los conflictos en armonía con los diferentes órganos del Estado y tomen al Estado como fuente generadora de normativas de defensa de los Derechos Humanos.La pregunta del millón, es ¿Y si el Estado es el agresor?, como se ha visto en el caso de la paliza que sufrieron los indígenas en Chaparina, o, quien niega sus derechos, como el caso de los discapacitados, o el que promueve hechos cuestionados como los del caso Rózsa en Santa Cruz o Porvenir, en Pando.Por eso la institución del Defensor del Pueblo, se basa en antecedentes remotos, por ejemplo los Euthynoi, en Atenas; los Efloren, en Esparta; en China, durante la dinastía Han, el Yan; en Venecia, en el siglo XV, el Consejo de los Diez; el Defensor civitatis o Plebis romano; el Sahib Al Mazalin de la época musulmana o el Justicia Mayor de Aragón, España, hasta alcanzar su acta de nacimiento formal en Suecia, al amparo de la pugna dialéctica que existía entre el Parlamento y el Rey. De esa forma, el Ombudsman quedó desvinculado de la Corona merced a la asunción del principio de separación entre los poderes del Estado.Y se consolidó durante la revolución francesa en 1809, cuando se redactó una nueva Constitución, inspirada en la separación de Poderes de Montesquieu prescribiendo que los derechos generales e individuales del pueblo deberían estar protegidos por un guardián designado por el Parlamento, con la misión de vigilar la forma en que los jueces y otros funcionarios cumplían las leyes.  La  idea  básica  era, pues, garantizar los derechos civiles mediante la vigilancia de la actividad de la Administración por un representante del pueblo, independiente del Gobierno.Pero nuestro Chapulín Colorado está lejos de eso por sus antecedentes, ha señalado la oposición afirmando que el nuevo defensor, será defensor de Evo Morales, antes que del pueblo. Y que “esa fue su astucia”, ironizaron en las redes sociales.La prensa boliviana también se hace eco del hecho, señalando que David Tezanos Pinto, de profesión abogado y actual director de una unidad en el Ministerio de Justicia, se convertirá en el primer funcionario de Gobierno en desempeñarse como Defensor del Pueblo y recuerda que los tres anteriores fueron críticos a los gobiernos de turno.*Abogado y docente de DDHHEl Día – Santa Cruz