Si en la frontera sur el “Estado Plurinacional” copado por el régimen evista ya había perdido aliados con la salida de Cristina Fernández y Fernando Lugo de los gobiernos de Argentina y Paraguay, la probable suspensión de Dilma Rousseff de la presidencia del Brasil –en la maratónica sesión que tiene lugar esta noche– produciría el mismo fenómeno en las fronteras norte y este del país.Por el oeste, el próximo ascenso al poder de Pedro Pablo Kuczynski o de Keiko Fujimori también contribuirá al distanciamiento con Perú, mientras que la notoria beligerancia de la administración evista con Chile ha roto todos los puentes posibles con el gobierno de Michelle Bachelet, con el que podría haber tenido cierta sintonía ideológica.Con este panorama, la ex república de Bolivia aparece aislada en sus fronteras.Un poco más lejos, la entropía del chavismo en Venezuela ya no le permite a la embozada dictadura de ese país ejercer la tutela de años anteriores sobre el territorio boliviano, prueba de lo cual es el retiro de la “Fuerza Binacional”.Mientras que el Ecuador de Rafael Correa parece decidido a un giro pragmático que incluye privatizaciones de empresas estratégicas, con lo que podría estar con un pie fuera del club de la ALBA…[email protected]