¡De buen tamaño!

CARLOS FEDERICO VALVERDE BRAVOQue el poder asuma que lo está haciendo mal y que ya está de buen tamaño tanta barbaridadLa verdad es que esperé antes de escribir este artículo, pero nada, de manera que aquí sigo tratando de entender la justificación intentada por el ministro Carlos Romero a la estúpida decisión policial de usar ‘agentes químicos’ contra las personas con discapacidad que pretendían entrar a la plaza Murillo. Soy de los que cree que cercar la plaza con vallas para evitar el ingreso de los manifestantes fue, es y será una decisión acertada. Lo que no entiendo es por qué, si ya se tenía ‘asegurado’ el lugar, si detrás de las vallas estaban los policías, se decidió usar gases. ¿Será que algún policía se aburrió de ver a los discapacitados golpear, sin ningún efecto, el vallado y decidió ‘hacer más interesante el juego’, sin tomar en cuenta la condición de los manifestantes?Pero si resulta inentendible la decisión de los ‘pacos’, ‘jachos’ o ‘tombos’ (tache el que no sea de su agrado), menos entendibles se tornan las palabras del ministro de Gobierno y de su viceministro, que aseguraron que “no hubo gasificación a las personas con discapacidad” y que lo que se buscó fue dispersar a un par de encapuchados infiltrados en la marcha. Convengamos en que estamos en la era de las justificaciones absurdas; ya en Chaparina se dijo que no se reprimió la marcha que se reprimió, que lo que se buscaba era evitar más sacrificio de los indígenas. Ahora el justificativo es que hay un par de infiltrados y entonces… a poner a llorar a todo el mundo, ¡porque un par de encapuchados golpeaba un vallado metálico con 200 policías detrás!Pido y ruego que no encuentren ratones en alguna repartición de Gobierno, porque estos señores son capaces de tumbar el edificio a punta de bombas lanzadas desde los aviones chinos, ¡que no se sabe qué estarán haciendo! Es muy necesario que el Gobierno entienda que detrás de cámaras de TV y micrófonos hay personas que no creen estupideces y que quienes leen periódicos y publicaciones no aceptan excusas, como las esgrimidas, para justificar lo que no se puede justificar. Es imprescindible que el poder asuma que lo está haciendo mal y que ya está de buen tamaño tanta barbaridad; que ya no se trata de no ser el hazmerreír del mundo con las ‘evadas’, sino que se trata de no aceptar que se nos vea como maltratadores de personas con discapacidad.Fuente: eldeber.com.bo