El imperio y sus juegos

1._humberto_vacaflor_gananHumberto Vacaflor GanamA quienes no creían aquello que le dijo Don Quijote a su escudero, “cosas veredes, Sancho”, habría que mencionarles la decisión que acaba de tomar Estados Unidos de suspender el embargo de la venta de armas a Vietnam.Que la potencia decida armar a Vietnam era algo que en los lejanos setentas, antes de la derrota del imperio, hubiera sido inconcebible. Pero acaba de ocurrir. Es que Vietnam se ha convertido en un comunismo progresista, si es posible que eso exista.El imperio aclara que no lo hace para molestar a China, pero ya se sabe lo que quieren decir esas declaraciones en boca de los políticos: hay que entenderlas al revés.El imperio acaba de poner un alfil ante las fauces flamígeras del dragón asiático, que mira sin entender, porque lo único que quiere es vender cosas, con o sin participación de damiselas bien conectadas con el poder. Chico, es cierto, pero alfil. El ajedrez mundial se está poniendo interesante.De Rusia, el imperio no se ocupa. Sólo contempla a los únicos herederos que quedaron de la Unión Soviética: Corea del Norte y Cuba, convertidos en tristes dinastías comunistas, y sonríe. ¡Quién te viera y quién te vio!Y, como si no hiciera nada importante, sólo para mostrar que está en todo, el imperio acaba de aprobar una ley por la cual se propone llevar extraditados a los cocaleros de nuestro continente, a los proveedores de coca para el narcotráfico.La medida no es grave para ningún país, excepto Bolivia, que tiene como presidente a un cocalero de las zonas ilegales. El imperio ha puesto un peón provocador delante del último baluarte del “socialismo del siglo XXI” que quedaba más o menos en pie, con un margen de futuro de unos meses. Un presidente saliente.Tiene una ventaja decisiva el imperio: las leyes bolivianas también definen como ilegales los cocales que producen para el narcotráfico.Las jugadas en el Asia y en el Medio Oriente muestran que el imperio no está dormido. Está controlando el continente.Quizá sea bueno tomar previsiones. Habrá que suspender los viajes al exterior. Y contactar con oficinas de abogados. Porque hay abogados para todas las causas. Incluso los nazis tuvieron los suyos en Nuremberg.