De telenovela a ciencia ficción

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Bajo el Penoco
 Si fuera cierto el veredicto de la comisión legislativa que investigó el “caso Zapata”, en lugar de llamar telenovela a todo este escándalo, debería ser catalogado como una pieza única de ciencia ficción. En esa situación, deberíamos concluir que la señora Gabriela no es una “cara conocida”, sino un espectro invisible, una suerte de imagen holográfica que se paseó por los ministerios y algunas reparticiones públicas haciendo trámites, sin que nadie haya notado su presencia.
Ella tenía poderes de teletransportación, hackeaba celulares para enviarse mensajes de wasap llenos de romanticismo; los empresarios chinos que la contrataron y la colocaron como gerente en una compañía poderosa, tomaron la decisión en base a esos poderes sobrenaturales que también le permitieron engendrar un hijo por medio de algún método todavía desconocido en nuestra galaxia.
Ese niño ha adquirido las mismas características de su madre, pues nadie lo puede ver y es capaz de adquirir múltiples formas. La última versión es que se ha transfigurado en otra persona, tal como lo hacían los dioses griegos de la antigüedad. Según esa comisión, los chinos no existen en Bolivia, no manejan ninguna empresa, no firmaron ningún contrato, pero lo más probable y único verdadero es que la plata que manejaban ya se haya esfumado.
Fuente: El Día