García felicitó a un PPK que bailó y tocó el Cóndor pasa

García tuvo un saludo cordial con la presidenta chilena, Michelle Bachelet. No se cruzó con el canciller Heraldo Muñoz y conversó con Kuczynski

El vicepresidente Álvaro García Linera encabezó la delegación boliviana que estuvo en Lima para el acto

El vicepresidente Álvaro García Linera encabezó la delegación boliviana que estuvo en Lima para el acto

Iván Paredeslima, Perú – [email protected]



No para de reír. Hace bromas a cada instante, incluso en el acto de posesión de sus ministros. Pedro Pablo Kuczynski es el nuevo presidente de Perú, un economista que logró el respaldo del electorado y que se ganó la esperanza de la población. Camina algo extraño; algunos dicen que es por una enfermedad, otros explican que es por la edad.

Este personaje se reunió ayer con el vicepresidente Álvaro García por unos minutos: suficientes para expresar la confianza para fortalecer relaciones con La Paz.

Fue un dilema quién pondría la banda presidencial a Kuczynski. Debía hacerlo Ollanta Humala, el expresidente, pero no lo hizo. La exautoridad ni se cruzó con su sucesor. Su última actividad fue el tedeum por la fiesta patria.

No emitió comentario sobre la gestión de PPK, como lo conocen a Kuczynski en Perú. Ollanta llegó a Palacio de Gobierno manejando su vehículo. Se puso el terno y luego se fue a la catedral de Lima.

Mientras pasaba eso, PPK llegaba al Palacio de Torre Tagle, y también lo hizo en su propio vehículo, pero él no lo manejaba. Ahí recibió condecoraciones diplomáticas y luego salió rumbo al Congreso para recibir la banda presidencial de parte de la presidenta congresal, Luz Salgado, quien es militante del partido de Alberto Fujimori.

Luego ofreció su discurso y salió del Congreso. Esta vez a pie, e incluso con pasos de baile. Estaba feliz, recorrió cuatro cuadras rumbo a Palacio. Y su sonrisa no desaparecía.

Álvaro y PPK

En la casa de Gobierno ofreció un almuerzo a los invitados. El vicepresidente García fue uno de ellos y logró saludarlo a nombre de Bolivia. Hablaron un rato, pocas cosas, pero significativas para la relación.

Por la tarde, PPK posesionó a su gabinete. No se apagaba su sonrisa. Lo hizo con bromas. Ya por la noche, rompió protocolo y se fue hacia el escenario que se instaló en el patio de Palacio, donde tocaba la Sinfónica Infantil de Manchay. Con ellos tocó el Cóndor pasa con un flautín. La risa seguía y seguirá

Fuente: eldeber.com.bo