La violencia crece en conflicto minero y el diálogo con el Gobierno está lejos

El Gobierno de Evo Morales  y los cooperativistas mineros no ceden y la situación tiende a agravarse en Bolivia.Un policía es retirado de la zona de Mantecani, luego de que fue herido en la pugnaUn policía es retirado de la zona de Mantecani, luego de que fue herido en la pugna. Reuters

La violencia crece en conflicto minero y el diálogo está lejos

Hay más heridos, se habla de policías rehenes y mineros aprehendidos. Ayer se desbloqueó Mantecani y los cooperativistas la retomaron. En Cochabamba, los viajeros están desesperados.Miguel Angel Melendres / EL DEBEREn el segundo día del bloqueo indefinido determinado por la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), varias carreteras nuevamente quedaron paralizadas, en tanto que la Policía Boliviana y los movilizados se enfrentaron nuevamente en Mantecani, población a 73 kilómetros de la ciudad de La Paz, punto principal de los bloqueos como en Sayari, Cochabamba.Mientras las refriegas se vuelven cada vez más violentas con heridos de ambos bandos, ayer siguió el envío y reenvío de cartas entre la dirigencia de Fencomin y el Gobierno en La Paz. Los cooperativistas piden instalar el diálogo en Oruro, sin levantar la protesta; las autoridades lo condicionan a la suspensión de medidas, mientras la violencia aumenta.Desde el sector donde se registraron enfrentamientos entre las 15.00 y las 18.30, en la doble vía La Paz-Oruro así como en las colinas aledañas, el presidente de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras de La Paz, (Fedecomin), Federico Escobar, reportó unos 40 policías rehenes y un número similar de mineros aprehendidos que fueron conducidos de El Alto. Otras versiones mencionaban al menos 100 detenidos mineros.Sin embargo, la información no la oficializó el Ministerio de Gobierno hasta anoche.Al lugar habían llegado unos mil uniformados que utilizaron gases lacrimógenos y se apoyaron en dos carros lanzaaguas “Neptuno” para despejar la ruta. Pero los mineros esperaron el cansancio de los uniformados para volver a retomar la vía, armados de palos, hondas y cartuchos de dinamita.El presidente de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras de La Paz, (Fedecomin), Federico Escobar, exigió que el Gobierno repliegue a la Policía, porque la situación podría empeorar a tal punto de “utilizar bombas Molotov, armadas con el explosivo ANFO”, donde “unos 20, 30 policías van a tener que fallecer”.Bloqueo de viajerosDesesperados por el cerco en Sayari (Cochabamba), los afectados bloquearon el lugar, demandando a las autoridades que se despeje la vía, con un acuerdo con los cooperativistas. En este sector se han visto perjudicados especialmente los productores de frutas que debían sacar sus productos a mercados del interior y exterior del país. Al mismo tiempo, en las terminales del eje troncal y de otras ciudades capitales, la venta de pasajes fue suspendida. Los bloqueos mineros se replicaron en Uyuni (Potosí), Sayari (Cochabamba), además de Mantecani (Oruro-La Paz), entre las principales.En Mantecani y Sayari, los pobladores protestaron por los enfrentamientos, que dañaron sus cultivos, sus viviendas y maltrataron a sus vivientes.El presidente de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), Carlos Mamani, demandó que el diálogo entre los cooperativistas mineros del país y el Gobierno se haga en la ciudad de Oruro, para agilizar la reunión, ya que la mayoría de sus dirigentes están cerca. Pero ratificó que no levantarán los bloqueos.Por su parte, igual que el martes, una nueva carta firmada por el el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, fue enviada al presidente de Fencomin, señalando que “nos es grato conocer su disposición al diálogo para considerar la agenda del cooperativismo. No obstante, dicho diálogo se realizará una vez se suspenda toda medida de presión”.El ministro agregó que deploraba las acciones violentas e intolerantes emprendidas por el sector “que ponen en riesgo la vida de los bolivianos”. Fustigó el sometimiento “a tratos crueles y degradantes” a policías.La Iglesia Católica pidió deponer posiciones y conversar por el bien de la población.El defensor del Pueblo, David Tezanos, anunció que acudiría a intermediar en Mantecani. La madrugada del jueves, la entidad fue clave para intercambiar rehenes policías y mineros aprehendidos.Existe un pliego de 10 puntos de los cooperativistas, entre los que destaca el desacuerdo a las modificaciones a la ley de cooperativas, la restitución de un viceministro, oposición a la Ley Minera y el pago de deudas por el horno de fundición de Vinto, entre otras demandas.El Gobierno y los cooperativistas no ceden y la situación tiende a agravarse.

Se desata violencia; hay nuevos rehenes

Los Tiempos



    • Mineros atrincherados en un cerro a la altura de Paratoni, en la vía a Oruro, durante el enfrentamiento con la Policía, ayer. | José Rocha
    • Algunos de los policías tomados como rehenes, ayer. | Wilson Aguilar

    La violencia entre cooperativistas mineros y la Policía creció ayer con enfrentamientos en las carreteras Cochabamba-Oruro y Oruro-La Paz, y una nueva toma de rehenes por parte de los manifestantes. Según confirmó anoche Radio Fedecomin, hay 40 mineros detenidos y aproximadamente 30 policías secuestrados.El conflicto, que comenzó el miércoles pasado, tenía como causa inicial el rechazo de los mineros a la sindicalización en las cooperativas y la exigencia de cuotas de poder, sin embargo, ayer el sector confirmó que busca además la asociación con capitales privados y la ampliación de las zonas de explotación.El ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo que los cooperativistas pretenden “chantajear” al Ejecutivo para lograr sus objetivos y “vivir de una renta para alquilar sus cooperativas a empresas transnacionales”.Asambleístas y dirigentes consideraron un “error” que ayer el Ejecutivo haya accedido a “intercambiar” los policías tomados como rehenes el miércoles por cooperativistas detenidos.Analistas políticos indicaron que el Gobierno afronta conflictos con sus aliados en nuevo contexto económico en el que esos sectores exigen el cumplimiento de demandas.