La verdad: por qué los hombres no hacen el amor con sus mujeres

Foto: ¿Por qué? (iStock)¿Por qué?

Los hombres quieren sexo siempre y de cualquier manera. Esa es la creencia profunda de muchas esposas preocupadas, a menudo completamente despistadas con el motivo real por el que los hombres han dejado de mostrar ese comportamiento básico. ¿Cómo puede ser que no me desee? ¿Ya no me quiere? ¿Le gustan los hombres? ¿Ha conocido a otra?Susan Bratton ha comunicado sus reflexiones y su experiencia amorosa personal en cursos online y artículos periodísticos y se ha labrado una carrera como educadora en cuestiones de sexo. Su especialidad son los consejos para parejas de larga duración. El matrimonio (lleva 23 años casada) le ha enseñado que «la intimidad profunda e íntima con la pareja no tiene precio» y la considera una de sus mayores prioridades, junto con la salud y el amor de su familia y amigos.Ellas creen que les vale cualquier cosa, pero si el sexo no es bueno él estará insatisfecho, aunque tenga orgasmos puntualmenteBratton ha contado en ‘Your Tango‘ cuáles son los motivos por los que los hombres dejan de interesarse por el sexo con su pareja estable, abandonándola o dejándola sumida en la duda. Muchas mujeres piensan que solo ellas tienen problemas de libido, pero las hormonas son solo una pequeña parte de la fórmula. ¿Cómo se pasa del deseo del principio a la indiferencia, el agobio o los problemas paralizantes en la cama?He aquí unas cuantas opciones, más habituales que una simple pérdida de interés.

Problemas técnicos

Según datos del libro ‘Por qué los hombres dejan de hacer el amor. El fenómeno de las relaciones sin sexo y qué se puede hacer‘, los problemas relacionados con la erección o la eyaculación son menos importantes de lo que creen ellas.Cuando no practican sexo con su marido, tienden a pensar que la causa es física. Un 39% cree que es por una disfunción eréctil, un 20% cree que es la eyaculación precoz y un 27 por ciento piensa que el problema es la dificultad para eyacular. Las causas mayoritarias que aducen ellos cuando les preguntan por qué han dejado de hacerlo con su mujer son distintas. La proporción de hombres que seleccionaron estos tres problemas ‘técnicos’ fue, respectivamente, de un 30, un 16 y un 15 por ciento.



Depresión

El 34% de los hombres en esta fase de su relación lo achacan a estar deprimidos. Las mujeres tienden a sobreestimar este factor, lo sitúan en un 57%. Puede que esta gran diferencia venga de que el desánimo es una excusa habitual de los hombres infieles.

Parece que hoy tampoco. (iStock)
Parece que hoy tampoco. (iStock)

Desde luego, no es porque «se hayan vuelto homosexuales», al menos no es habitual. Solo un 1% dieron esa respuesta. Ni que estén ocupados, otra buena excusa que es más aparente que real. Solo un 6% de los entrevistados dicen que querrían hacerlo más y no tienen tiempo. ¿Y quién no encuentra un rato para eso si le apetece? La media de duración del acto sexual no suele superar los 15 minutos.Aparte del desánimo, hay muchos medicamentos antidepresivos que disminuyen el deseo. Si le ocurre a tu pareja y está tomando algo, es muy probable que tenga relación.

Lo mayoritario

En realidad, estos son los motivos más frecuentes, y algunos de ellos son también típicos en las mujeres.

  • ‘Mi pareja es poco aventurera en el sexo‘. Esto que suena tan emocional y ambiguo, que algunos relacionarían más con los tópicos sobre ellas, es una causa muy frecuente por la que ellos pierden el interés sexual. Que su chica siempre quiera lo mismo, que no le sorprenda, que le aburra, en definitiva, es mortal para la libido masculina. Un 68 por ciento, nada menos, lo marca como el motivo determinante.
  • Parece que ella no disfruta‘. Muchas mujeres creen que a ellos les vale cualquier cosa y que están satisfechos con tal de que haya cierta frecuencia (o de que haya algo). En absoluto es así: si el sexo no es bueno el hombre estará insatisfecho, aunque tenga orgasmos puntualmente. No son máquinas. Hasta un 61% acaba prefiriendo dejar el tema si no puede conseguir que su pareja llegue al tope del placer en la cama.
  • ‘Me interesa hacerlo… con otras‘. El 48 por ciento de los hombres parece haber perdido la sensación de novedad y haber disociado casi por completo su deseo del cuerpo de su mujer. Mucho nos tememos que no haya marcha atrás. Ellas también lo experimentan: les sucede al 25% de las mujeres que ya no lo hacen con su hombre.

Ellas no captan que sus maridos las ven poco ‘aventureras’, o que les afecte no verlas disfrutar, y no saben cuándo están interesados en otras

  • Estoy enfadado con ella‘. Los bajones de humor y los nervios les afectan a ojos vista. Como a ellas, vaya. Los porcentajes son casi iguales: 44 y 45% respectivamente.
  • Me aburro‘. Directamente relacionado con la ausencia de aventura está el aburrimiento. Si creen que su mujer es deseable y que su personalidad no tiene ningún problema, pero no encuentran la manera de divertirse con ella, hasta un 41% de los hombres pueden terminar dejando lo físico de lado en la relación.
  • Está deprimida‘. Si vemos al otro triste y desganado, nos lo contagiará. Entre un 36 y un 40% de las personas de ambos sexos marcan este factor.
  • Ya no la encuentro atractiva‘. Aunque suene duro, puede que sea lo más fácil de arreglar. Todos podemos apuntarnos al gimnasio, comer un poco mejor y cuidar más nuestra imagen, o al menos es más accesible que convertirse de repente en alguien más aventurero, o centrarse en competir con posibles rivales (cuando el problema es que le interesa el sexo con otras personas). Sin embargo, al menos según su propia confesión, no es este un motivo tan central: solo un nueve por ciento lo elige. Ellas lo valoran un poco más según estos datos, un 19% de ellas cree que es el motivo del distanciamiento de la pareja.

En qué se equivocan ellas

Donde más resalta la diferencia entre lo que ocurre realmente y lo que ellas creen que ocurre es en estos tres casos:

  • No creen que su marido las vea poco ‘aventureras’.
  • No entienden que les afecte que ellas no parezcan disfrutar.
  • No saben que están interesados en otras.

La moraleja nos parece clara, querida lectora. Una vez descartados los motivos físicos y si sigue habiendo cariño, puede que merezca mucho la pena intentar seducirle de nuevo y demostrarle cuánto te gusta, al menos por un tiempo. Sabemos que es difícil, pero intenta no caer en el reproche, es inútil y a veces muy contraproducente.Si ya ha pasado lo peor y está con otra… hay muchos peces en el mar.

Fuente: elconfidencial.com