LaMia y la guerra interna del MAS

La tragedia de LaMia, en la que se mezclan negligencia, corrupción y hasta un posible lavado de dinero, derivó en consecuencias para la estatal TAM, observada por incumplimiento de normas a nivel internacional.Esto a su vez reavivó tensiones entre las facciones más importantes del oficialismo, que responden a dos de los integrantes del triunvirato gobernante.La fractura se expresó esta vez a través de dos lugartenientes de estas figuras: los Ministros de Defensa (órbita de Quintana) y Obras Públicas (entorno de García Linera), quienes protagonizaron una serie de dichos y desmentidos recíprocos sobre las operaciones del TAM, hasta que alguna “fuerza superior” los obligó a sentarse juntos en una conferencia de prensa donde los semblantes sombríos dijeron más que los guiones preparados.Y es que el gobierno del MAS no es sólo una cleptocracia sino también una poliarquía, un régimen hegemónico respecto al sistema institucional pero fuertemente fragmentado hacia su interior, en función de intereses orientados al copamiento del poder y el enriquecimiento ilícito.La situación es tal que un diputado masista, Javier Zabaleta, reconoció la “disfunción en el Órgano Ejecutivo, entre ministerios, entre viceministros y ministros, entre ministros y las Máximas Autoridades del Estado (MAE)”…[email protected]