Navidad ardiente

Manfredo Kempff SuárezCuando en el hemisferio norte en estos días la gente está enfundada en abrigos y cubierta con bufandas oyendo villancicos en calles y tiendas, mirando niños felices y luces navideñas, en Montero, al norte de Santa Cruz de la Sierra, miles de collas y cambas están asfixiados de calor, algunos semidesnudos y otros con ponchos, chulos y polleras, sudando la gota gorda, encerrados en un coliseo como en olla de presión, oyendo como se echan flores entre los jerarcas del MAS, y todos juntos tributándole alabanzas y arrastrándose a los pies de S.E.Poco oportuna ha sido la fecha elegida para el IX Congreso Nacional del MAS, porque en las épocas navideñas la gente desea estar con los suyos, pensando en otras cosas que no sea en la cuarta postulación electoral de S.E. que se muestra desesperado por no soltar el poder, después de haber dicho que no le tenía ningún apego y que lo que deseaba era terminar su mandato e irse a vender comida en el Chapare. No hay duda de que los años en la política y sus amistades más próximas le han enseñado a S.E. a engañar sin disimulo.Como nosotros no hemos ido a Montero porque no teníamos a qué, estamos a la espera de la Nochebuena para juntarnos con los hijos y los nietitos y regalarnos con el pavo relleno y sobre todo con la sabrosa picana de cuatro carnes, choclo tierno y picante. Oiremos villancicos y nos encomendaremos al Señor, dando también alguna ayuda a los más necesitados. Trataremos de reposar el espíritu durante unos días apartándonos del barullo cotidiano a que conduce el despelote político actual.Para nosotros la política activa quedó atrás hace mucho tiempo, lo que no quiere decir que nos desentendamos de lo que acontece en el país. Todas las semanas opinamos sorprendidos lo que ocurre en el Palacio y por donde transita S.E. y no salimos de nuestro asombro por lo que vemos. ¿Pero cómo no nos vamos a asombrar si S.E. en la inauguración del bochornoso Congreso de Montero ha dicho que «si vamos a estar toda la vida sometidos a la ley, no se puede hacer casi nada»? ¿Cómo no va a aumentar nuestra estupefacción si S.E. afirma que: «nos sometemos al pueblo, hay que obedecer al pueblo»? ¿Entonces qué sucede con el desconocimiento al resultado del referéndum del 21 de febrero pasado? ¿Eso es acatar al pueblo? ¿O sólo va a obedecer a quienes le dicen que desconozca la consulta popular y se burle del voto? Ese no es el pueblo, esos son los masistas y nada más.¿Habrá algo de autocrítica en los resultados del Congreso Nacional del MAS? Hemos visto que se han creado cinco comisiones (Política, Orgánica, Económica, Política Internacional y Agenda 2025). Creemos que una comisión de Autocrítica hubiera sido esencial, pero, claro, eso sería pedirle peras al olmo. Sólo con los latrocinios terribles en el Fondo Indígena y las mentiras del bullado caso Zapata, sería suficiente para que la olla hirviente en que se convirtió el coliseo montereño estallara. No sabemos de las conclusiones del Congreso, desconocemos en qué ha terminado todo, pero desde luego no hay que ser un genio ni un mago para saber que la proclamación a la cuarta candidatura de S.E. es un hecho, porque la reunión del gran enjambre se hizo para eso.¿Acaso no se trata de una Navidad tórrida si una semana antes de la Nochebuena el Gobierno enardece los ánimos al lanzar una película maligna contra algunos medios de prensa y contra periodistas? ¿No es una celebración ardiente si de Montero los masistas se van a trasladar al cálido Chapare para proseguir con el activismo político? Además afirman que estarían acoplándose a los éxitos de S.E. dos personajes de excepción en la política latinoamericana, pero quemados para colmo: Maduro y Correa. Dos guindas abrillantadas para el pan navideño que sigue sin salir del horno.