Castedo apunta a la DGAC por el vuelo de LaMia

[vid url=http://cd1.eju.tv/wp-content/uploads/2017/01/PB1701030701.mp4]Celia Castedo Monasterio citó a EL DEBER y a la Red Globo para contar su parte de la historia de la caída del avión de LaMia. Dice que la amedrentaron y por eso buscó refugio en Brasil. «Solo la DGAC podía detener el vuelo», asegura.

Dice que su firma y su sello no implicaban autorización de vuelo, sino una constancia de recibido

 



 

Tras 26 días de su refugio temporal en Corumbá (Brasil), Celia Castedo Monasterio, la exfuncionaria de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) que es acusada de autorizar el vuelo de LaMia, dijo que hizo cinco observaciones al avión CP- 2933, que transportaba al club Chapecoense y que se estrelló el 28 de noviembre a las 22:15 en Cerro Gordo, a 50 kilómetros de Medellín. El accidente causó la muerte de 71 personas.Desde que salió de Santa Cruz de la Sierra, Castedo no habló con nadie. Marcó el 2 de enero para decir su verdad. Lo hizo ante EL DEBER y la Red Globo en un lugar del centro de Corumbá, ciudad vecina de Puerto Suárez, en la frontera entre Bolivia y Brasil. Estaba rodeada por su madre, una mujer de 80 años, sus hijos y sus hermanos. Antes de hablar, rezó y pidió a Dios que el mundo reconozca su inocencia.Lo primero que Castedo dijo es que hizo cinco observaciones al plan de vuelo presentado por el piloto Miguel Quiroga Murakami y, al día siguiente de la tragedia, cuando hizo un informe en el que detalló cada una de las observaciones, le pidieron que le hiciera cambios.“Al día siguiente, me pidieron que mande por red interna un informe rápido explicando todo lo sucedido. Hice un informe que no era técnico, sino interno dirigido a mi superior para que sepa lo que yo había hablado con el despachador el día anterior. Al recibir el documento, inmediatamente me dicen que modifique. Yo les contesté que no rehacía mi informe y que iba a dar el mismo informe con las observaciones porque esas eran mis funciones, de asesoramiento y servicio a los pilotos», aseguró.Celia Castedo dijo que después de realizar las cinco observaciones antes del despegue, el despachador (la persona de LaMia que tramitaba el permiso) regresó a los 30 minutos sin subsanar las fallas. Según Castedo, en tres oportunidades ratificó sus observaciones, pero la respuesta del despachador fue que “el capitán -el piloto Quiroga Murakami- le dijo que no iba a modificar nada y que todo estaba de acuerdo a regla”.Ante las interrogantes de los periodistas sobre por qué selló y firmó el plan de vuelo, Celia Castedo aseguró que eso no significa que autoriza el vuelo, sino que es parte de un protocolo que solo acredita la recepción del plan de vuelo y muestra quién estaba de turno.Aseguró que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) es la única que fiscaliza los vuelos regulares y los vuelos chárter, como en el de LaMia. «La DGAC tiene inspectores las 24 horas y me gustaría que le pregunten a ellos por qué no impidieron el vuelo pese a las cinco observaciones».Lo más graveCelia Castedo dijo que de las cinco observaciones que hizo, la más grave y la que más le llamó la atención fue la de la autonomía de vuelo. «Recalqué tres veces que el combustible era exactamente igual que el que se necesitaba para volar ese tiempo en esa ruta. La parte operativa es de exclusivo conocimiento de la empresa. Nosotros no podemos hacer nada. Aasana no podía impedir el vuelo chárter. Ellos, los de la DGAC, autorizan y fiscalizan todos los vuelos regulares y no regulares. La DGAC es la única que puede detener un vuelo, nosotros solo recibimos el plan de vuelo».Celia Castedo subrayó que se sentiría responsable de la tragedia si no hubiese hecho las observaciones sobre el plan de vuelo al piloto y al despachador de LaMia. “No me siento responsable de algo que no hice. Pelearé por mi inocencia porque cumplí el manual de funciones”, dijo.No sabía quiénes viajabanCelia Castedo aseguró que desconocía que la nave transportaba a jugadores del Chapecoense, a periodistas y a dirigentes que creían que iban a ser testigos de la primera final de la Copa Sudamericana de Fútbol. Dijo que Aasana solo es una prestadora de servicios y que la autorización a las empresas la brinda Aeronáutica Civil.Cuando se le consultó qué piensa sobre el informe pericial de Colombia, que responsabilizó a Aasana por dar luz verde al vuelo, respondió que las autoridades de ese país lo hicieron por falta de información.Celia Castedo cree que las autoridades bolivianas no le han proporcionado documentación seria a los colombianos, como las grabaciones entre el piloto y los despachadores, los informes oficiales y otros documentos.La salida del paísLa exfuncionaria de Aasana explicó que su salida de Santa Cruz fue rápida. Sucedió el 4 de diciembre. “Lo hice porque llegó una abogada de La Paz y me tomó declaración de forma abusiva, sin darme opción a un abogado. Me abrieron un proceso administrativo y me dijeron que me daban 10 días para que presente mis pruebas. Eso fue en la mañana. Por la tarde el director regional de Aasana se fue a la Fiscalía a denunciarme. En un día me abrieron dos procesos sin escucharme, sin dejarme decir una palabra y vulnerando todos mis derechos. Por eso decidí salir de inmediato”.Castedo dijo que llegó a Corumbá. Primero fue a la Policía Federal y después al Ministerio Público. «Declaré 10 horas ante dos mujeres fiscales. Se solidarizaron con mi caso, me abrieron las puertas y al otro día me entregaron mi refugio temporal, por un año, mientras tramito mi asilo».La vida desde fuera«Mi día a día es estar sola, con mucha tristeza, añoranza de mi gente y de mis hijos. Es bastante triste estar sola sin mi familia, sin un trabajo, pero gracias a Dios tengo el apoyo de mi familia y mis colegas. Cada momento me mandan mensajes de apoyo, aunque de lejos”, contó Celia Castedo.“La decisión de salir del país la tomé en minutos. Recibí información de que había órdenes de detenerme porque había acusación directa en mi contra, sin escuchar una sola palabra de mi boca», añadió.Ya en Brasil, las representantes del Ministerio Público llegaron hasta donde ella vive en Corumbá para entregarle su resolución de refugio temporal. Dice que ella lloró de alegría.Celia Castedo contó que su madre, de 80 años, tuvo que soportar lo peor. Pese a que está enferma y a que hace seis meses fue sometida a una operación a corazón abierto, la Fiscalía allanó su casa buscando documentación que no encontró.Su hijo, que tenía que desfilar en su promoción con ella, no pudo hacerlo. Para Navidad y Año Nuevo, su madre, sus hijos y hermanos llegaron hasta Corumbá para acompañarla y darle el aliento.“Agradezco a las autoridades de Brasil que me dieron la mano. A mis colegas, a mi familia. Siento en el alma la muerte de las 71 personas en el avión de LaMia. Mis pésames, cuánto lo siento», dijo

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Fuente: eldeber.com.bo