Las tensiones municipales calientan la elección cívica

Fernando Cuéllar, exsecretario de Percy Fernández; el exconcejal disidente Leonardo Roca, y Fernando Monasterio, un abogado que pide al alcalde no postularse más, son los precandidatosLa convocatoria a elecciones recién se conocerá el martes, pero ya hay tres precandidatos para disputar la presidencia del Comité pro Santa Cruz, sexagenaria institución cívica que, en otras épocas, sacudió al país con sus demandas y protestas. Son diferentes los orígenes de los tres precandidatos, pero sus propuestas, discursos y antecedentes tienen en común el reflejo de las tensiones del poder municipal de Santa Cruz de la Sierra.Así se entiende después de oír al excandidato a asambleísta departamental por Nuevo Poder Ciudadano (NPC), Leonardo Roca Égüez, de 37 años, cruceño, exconcejal, primero aliado de Percy Fernández y luego acérrimo opositor del alcalde. “Se censurará a las autoridades municipales y departamentales cuando corresponda”, promete.Por otro lado, el exsecretario general y vocero de Fernández (2012), Fernando Cuéllar Núñez, de 53 años, cruceño y ahora primer vicepresidente cívico, manifestó también su interés por presentar una fórmula en estos días.Y si eso no es suficiente, el tercer precandidato, Fernando Monasterio Paredes, un cruceño de 49 años, ciudadano desvinculado de los sectores del ente cívico, enarbola su aspiración con la postura de que el alcalde “ya está muy mayorcito” y debe irse a casa en 2020.Para algunos analistas políticos las referencias a las tensiones municipales en las candidaturas cívicas pueden ser un síntoma de que el Comité enfrenta hoy un cambio de roles que, del llamado cabildo del millón (2006) a la fecha (caso Rózsa de por medio y 11 años después) se ha pasado de la lucha autonómica nacional a cosas más domésticas, como el ordenamiento de los mercados cruceños.De los precandidatos“Es verdad que hay interés de hacer un equipo. Vamos a lanzar una fórmula, posiblemente se lance el 10 (de enero)”, ha dicho Cuéllar, conocido profesional que llegó a presidir el Colegio de Abogados de Santa Cruz. No se pudo conocer más de la visión de este precandidato por lo breve del contacto telefónico con él,  y porque una vez aclaró que estaba de viaje, no atendió más.Cuéllar, que acompañó a Róger Montenegro en la gestión saliente del Comité, ocupó la vocería de la Alcaldía cruceña durante un trimestre de la segunda mitad de 2012. “Ese trabajo fue profesional. El doctor Cuéllar acompañó al ingeniero Percy Fernández en esa calidad y se retiró sin traicionar a nadie, no como Leonardo Roca, que no tiene moral para ser candidato al comité, porque él traicionó a quien le dio la oportunidad de ser concejal”, opina Rommel Pórcel, concejal  y dirigente de la agrupación del alcalde, aunque por otro lado dice que nada tiene que ver la lucha política municipal con los asuntos cívicos.Roca prefiere no responder, pero en cambio asegura que si él y Zvonko Matkovic Ribera, su compañero de fórmula procesado por el caso Rózsa, ganan, “se quitará la mordaza en el Comité” para cuestionar los problemas que aquejan a la ciudad.Cuatro meses después de dejar la vocería de la Alcaldía, Cuéllar se presentó como compañero de fórmula cívica de Fernando Castedo, en febrero de 2013. Pero Cuéllar no ganó. Ya en febrero de 2015, el abogado volvió a buscar la primera vicepresidencia, esta vez a lado de Montenegro. Y ganó.Junto a Montenegro, Cuéllar se ocupó de asuntos como la demanda cruceña de un nuevo pacto fiscal, pero también de temas locales, como por ejemplo, en un conflicto entre la Alcaldía cruceña y distintos grupos de gremialistas, en noviembre de 2015, dando el apoyo cívico al plan municipal para ordenar los mercados.Además, una nota de Unitel de abril de 2016 exhibe a Cuéllar pidiendo que se indague si el alcalde incurrió en un uso indebido de influencias en la contratación de una empresa de un cuñado de la titular del Concejo, Angélica Sosa. Frente a los descargos de Sosa, Cuéllar pidió no hacer escarnio de ella.Por su lado, Roca le resta relevancia a su recorrido de político a cívico. Asegura que primero fue cívico, con la Unión Juvenil Cruceñista. Dice que sigue siendo amigo de Germán Antelo, el expresidente cívico que luego fundó Nuevo Poder Ciudadano, pero que ahora no milita en sigla alguna. Niega vínculos de su postulación con Unidad Nacional, de Samuel Doria Medina. Dice que los propios cruceños satanizaron al expresidente cívico Branko Marinkovic. Que le gustaría tener su apoyo, pero que no ha hablado con él. Rechaza ser miembro de las logias Toborochi y Caballeros del Oriente, pero no las cuestiona.Roca se declara “un municipalista” preocupado por los problemas sin resolver de la ciudad, donde se concentra más del 60% de la población de la región y, por tanto, si llega a ser presidente, promete que será “un articulador de los sectores en conflicto” con las autoridades locales, regionales y del Gobierno.Todo esto, para algunos políticos, deja ve qué es lo que en verdad se disputa detrás de estos comicios cívicos. Por ejemplo, el director regional del Ministerio de Autonomías, Pablo Deheza, sostiene: “El Comité parece un objetivo táctico, donde el objetivo estratégico es la Alcaldía cruceña; el juego consiste en ver quién puede disponer del deteriorado pero aún importante referente simbólico de los sectores conservadores: el ente cívico”.De declaraciones altisonantes, muchas veces acompañadas de una risotada, Monasterio, el tercer precandidato, ataca a las logias igual que a los políticos locales. “El león no está dormido, tiene miedo”, dice. Acusa a los grupos corporativos de hacer del Comité “un lugar que huele a pujusó (a viejo), donde el cruceñismo no sale del primer anillo”. Pese a no ser parte de las institituciones, espera que lo postulen. “He visto a un presidente indígena (Evo Morales) que dijo: ¿Por qué yo no? Yo también digo: ¿por qué yo no?”, argumenta para explicar su aspiración, aunque niega ser candidato del MAS y plantea que “Evo también debe irse en 2019Fuente: El Deber