Said, Parlin y Mustafá, terroristas formados en España llevan más de diez años desaparecidos
La pista perdida del 11-M
Said Berraj, alias Said el Mensajero, de 44 años, es la pista pérdida y más codiciada de los atentados del 11-M en 2004 en Madrid en los que murieron 192 personas en las explosiones de los cuatro trenes de Atocha. Las investigaciones policiales y judiciales coinciden en que fue uno de los autores materiales del atentado y su importancia radica en que es el único testigo del núcleo duro de la célula que sigue con vida. Seis de los yihadistas que perpetraron la matanza se suicidaron en Leganés y de los que huyeron, salvo en el caso de Said Berraj, hay constancia de que murieron perpetrando acciones suicidas en Irak. “Es un personaje de una importancia vital para esclarecer algunas lagunas del atentado que siguen sin resolver porque todos los terroristas de este atentado han muerto”, afirma un responsable policial que reconoce no tener pistas sólidas sobre su paradero. ¿Dónde está Said Berraj? “Nadie lo sabe. No hay casi huellas en su fuga. Pero seguiremos buscándolo”, afirma.El Mensajero era un tipo conocido en el mezquita de Abu Baker, próxima a la madrileña calle de Bravo Murillo, y estaba siendo vigilado por la Policía meses antes del atentado. Su teléfono había sido intervenido, pero los agentes no lograron identificarlo hasta el 9 de marzo, dos días antes del ataque a los trenes, fecha en la que Interpol envió desde Turquía su fotografía y sus huellas dactilares. Ese mismo día ya había desaparecido de su casa en Madrid, al igual que hicieron otros autores materiales del atentado. Berraj, miembro de la célula de Abu Dahdah, había sido detenido en Estambul cuatro años antes en compañía de otros destacados cuatro yihadistas que vivían en Madrid. Hoy, todos menos él están muertos o en prisión.En 2003 las cámaras de la embajada de Estados Unidos en la calle Serrano de Madrid captaron la imagen de un tipo pequeño y enjuto. Era Said Berraj vigilando el edificio al que tuvo en su cabeza como un posible objetivo.La temible Dirección de Vigilancia del Territorio (DST) vigila desde hace años a la familia de este yihadista desaparecido, pero sin resultados.
El beso de Bin Laden
Mustafá Setmarian, alias Abu Musab al Asuri, fundador de Al Qaeda en España, es el que más alto ha llegado de los tres. En 2001 Osama Bin Laden después de darle un beso en la mejilla le encargó que diseñara la nueva yihad: la bomba sucia, la guerra química y bacteriológica. El creador de la figura del lobo solitario, emulado ahora por yihadistas en distinto países de Europa, lleva desaparecido 11 años. El paradero del hombre que en los años ochenta sembró la semilla de la yihad en España es un misterio para todos los servicios de inteligencia.Nadie se atreve a afirmar con rotundidad donde está. Ni los norteamericanos que ofrecieron 5 millones de dólares por su cabeza y que lo tuvieron en su poder en cárceles secretas durante años después de ser detenido en Pakistán en 2005. Desde entonces se lo tragó la tierra. “Ignoro donde está”, ha afirmado una y otra vez por teléfono este periódico, su mujer española desde el país árabe en el que reside junto a sus cinco hijos.La única evidencia documentada del paradero de este hombre pelirrojo y de ojos verdes la reveló EL PAÍS en 2011 al publicar documentos secretos del Ministerio de Defensa de EE UU, fechados en 2008 y redactados por militares en la cárcel de Guantánamo (Cuba), donde se afirma que Abu Musab al Suri fue entregado a Siria.»Preguntamos a los sirios y no nos responden”, afirma un responsable de los servicios de inteligencia españoles. Un testigo protegido asegura que Mustafá es la persona que colocó la bomba que causó 18 muertos en 1985 en el restaurante el Descanso en Madrid. “Nos encantaría cazarlo, pero le confieso que este hombre, un icono del yihadismo, sería un peligro añadido si estuviera preso en una cárcel española”, reconoce un responsable de la lucha antiterrorista.[email protected]Fuente: elpais.com