El Jueves de Comadres desde la Tarija de antaño

El Jueves de Comadres  desde la Tarija de antaño  El País eN / TarijaDANITZA MONTAÑO TEl Jueves de Comadres es la oportunidad ideal para pasarla bien en compañía de las amigas. Esta fiesta precarnavalera cada año gana más adeptas en el país. Según investigadores, tiene sus orígenes en España, aunque fue influenciada por el calendario agrícola local.En Tarija es más que una institución, es una tradición que refleja la forma de ser del tarijeño, alegre y amiguero. Jacinta ha hecho comadres desde que tenía diez años, ella asegura que la tradición chapaca la lleva en la sangre. Recuerda que desde hace varias décadas familias enteras se dedicaban a la elaboración artesanal de las “tortas” para su venta.A las vendedoras de “tortas” se las conocía en Tarija como “Comadres artesanas” siendo los lugares tradicionales de elaboración y venta de estas delicias los barrios San Roque y El Molino, además  de la localidad de San Lorenzo, conocida como “Tarija, la Vieja”.“Primero fueron las madres, luego las hijas y hoy las nietas y bisnietas las que mantienen viva esta tradición”, explican algunas comadres que hoy todavía persisten en trabajar en la elaboración de la torta, a pesar de su avanzada edad.Jacinta relata que desde muy niña ella ayudaba a su madre a vender las  tortas y revela que luego, enseñó a sus propias hijas la elaboración. Sin embargo, se resiste a darnos la receta, mientras acomoda sus canastas en pilares para llevarlas a vender al parque Temático, pues ahora es éste el lugar, donde se comercializan.“Antes era muy lindo, más alegre la fiesta del Jueves de Comadres”, recuerda con nostalgia Victoria Mogro, una de las “cumitas” más antiguas de Tarija y parte de “Las comadres tradicionales del barrio San Roque”.Aunque hoy en día la tradición se mantiene muy viva, cuentan que hubo una época en la que ésta decayó; empero el esfuerzo de las “cumas” chapacas logró sacarla a flote. Hoy más de cinco mil comadres se apoderarán de este día.El rescate de la fiestaDe acuerdo al escritor tarijeño René Aguilera Fierro, en la década de 1980 resurgió la costumbre de compadres y comadres con mucho interés. La tradición volvió a renacer en Tarija, volcándose a los barrios y a las calles, con gran colorido, alegría y simplicidad.Por el carácter histórico, Aguilera resalta que se debe mencionar que hasta el año 2002, se festejó y se bailó en la plaza “Luis de Fuentes” o plaza Principal. Cuenta que allí frente al kiosco de retretas, se armaba una precaria tarima, donde se instalaban las autoridades ediles y el jurado calificador, los pocos grupos de comadres llegaban por la calle General Trigo.Según el escritor, las más entusiastas fueron las comadres del barrio El Molino y del barrio San Roque, además de otros grupos que se organizaron circunstancialmente, pues los integrantes no tuvieron la visión de organización por lo que rápidamente se disolvían.La fiesta se iniciaba en la víspera con los preparativos de tortas, las que se vendían en mercados y calles adyacentes, así comenzó a crecer la instalación de puestos de ventas de canastas de caña, tortas, banderillas, mixturas, serpentinas, confites y frutas.Hasta el año 1997, la entrada de los compadres era sólo en horas de la noche, en los grupos salían danzando sólo los varones, pero a partir de 1998, se efectuó en horas de la mañana y en compañía de sus parejas, de acuerdo a la historia “esto fue todo un éxito”.De esta manera, a partir del año 2000, la fiesta se realizó en el Campo de los Compadres. Mientras que la fiesta de las comadres, tanto en el día como en la noche, fue un adelanto del Carnaval y luego de la entrada principal se efectuó en casas o locales particulares. Se cuidó siempre de restringir el ingreso de los varones.De acuerdo a Aguilera Fierro debe destacarse como pioneras al grupo de comadres del barrio El Molino, quienes se organizaron durante el carnaval de 1983 con el objetivo de festejar en familia. Ellas salían a la plaza Uriondo a expresar su algarabía, siendo ésta la primera manifestación pública de la Fiesta de Comadres. En orden cronológico, le siguen las comadres del barrio San Roque, quienes se organizaron en el año 1986.El último año que se realizó la entrada de Comadres en la Plaza “Luis de Fuentes”; fue el año 1999; la tarima fue cambiada por un palco más cómodo y amplio, mismo que se ubicó en la esquina de las calles General Trigo y 15 de Abril. A partir del año 2001, por disposición edil se optó por realizar la Entrada de Comadres en la Avenida “Víctor Paz Estenssoro”.Reglas de las pionerasLa comadre pionera en Tarija, Carmen Julia Vargas Flores, comenta que la  primera reunión fue en la casa de la familia Esper en el barrio El Molino, donde un grupo de amigas decidieron recuperar la tradición que estaba quedando en la historia.Al festejo se invitaba a participar a todas las mujeres de El Molino, también a aquellas que por diferentes circunstancias habían ido a vivir a otros lugares, “se invitaba a amigas de otros barrios y de esa forma la fiesta se fue haciendo más comunitaria. De esta primera fiesta, hace 32 años, el festejo de las comadres se popularizó en Tarija”, explica Vargas.La organización de las comadres pioneras incluía ciertas reglas, una de ellas era nombrar a un compadre. Sólo un hombre era recibido a compartir en la fiesta. El compadre elegido para participar de la fiesta de las comadres molineñas debía ser el más apreciado.Necesariamente tenía que pertenecer al barrio y no importaba si era rico o pobre, el requisito era el aprecio y ser un amigo querido al que se le entregaba una torta muy grande y se le permitía participar del festejo  de las mujeres.“Cada año los hombres del barrio se portaban bien porque querían ser nombrados compadres”, cuenta y añade que también se pensó en el uniforme, el primero fue un pañuelo, luego el atuendo se acordaba previamente, se trataba de mandiles, chalecos y playeras de color rojo o azul; que casi siempre eran donadas por los compadres designados.Otra de las reglas era la de “canilla libre”, es decir que no se cobraba como hoy por una cerveza; el bar era libre, “siempre y cuando se acogieran a la norma principal y más importante que era la de tener un buen entrenamiento; pues no se deseaba ver a ninguna persona mareada”, a tal grado que en una ocasión vetaron de por vida a una comadre que se había portado mal. Ante tal antecedente todas acataban las reglas establecidas.El intercambio de torta era una condición infaltable, “situación que hoy ya no parece ser un requisito en ninguna fiesta actual”, lamenta la comadre pionera que tan aguerridamente se acoge a la tradición y preservación de esta costumbre. “Así se fue haciendo grande y linda nuestra fiesta”, afirma Carmen Julia, emocionada por los gratos recuerdos.Cinco años después de ese primer encuentro de sólo mujeres, las  fiestas de las comadres comenzaron a popularizarse y cada barrio realizaba su propio encuentro, para luego salir a bailar a la plaza principal, siempre guiadas por las comadres de El Molino por consideración y respeto al estatus de pioneras.La fiesta se popularizaMuchas mujeres se aprestan a celebrar hoy la fiesta de comadres, una tradición originada en Tarija que, en los últimos años, se ha extendido a otras regiones del país. En La Paz, la oferta de festejos en discotecas y otro tipo de locales es amplia.A partir de la década de 1980, la celebración de “Compradres y Comadres” comenzó a extenderse desde Tarija a otros departamentos y ciudades de Bolivia. Es evidente que principalmente las “comadres” se han apropiado del jueves previo al Carnaval.El antropólogo Milton Eyzaguirre indicó que durante décadas la celebración en territorio paceño era impulsada por los residentes chapacos, potosinos o chuquisaqueños. “Es algo que mucha gente conoció recientemente”, agregó el experto del Museo Nacional de Etnografía y Folklore.Para el historiador Fernando Cajías, el reciente interés por esta festividad es, simplemente, el resurgimiento de una costumbre que, durante la época colonial, formaba parte de la agenda carnavalera.Más todavía, este investigador confirmó que el Jueves de Comadres tiene sus orígenes en España, concretamente en la región de Asturias, en la costa septentrional de ese país.Los colonizadores trajeron la tradición al nuevo mundo, que se extendió por los cuatro puntos cardinales. Su fácil aceptación se explica por la posición de sumisión que la mujer sufría en el pasado y que por un día podía escapar de esta realidad.Según Cajías, “al igual que casi todas las actividades de los Carnavales, el Jueves de Comadres era una de las pocas oportunidades que las mujeres tenían para divertirse sin los límites impuestos por la sociedad de la época, a diferencia de lo que sucedía con los varones”.A esto se suma el componente religioso, específicamente el compadrazgo, ya que quienes participan de este festejo no sólo son amigas, sino personas que llegan a establecer esta relación, por ejemplo las comadres de bautizo o de primera comunión.Además está la influencia del calendario agrícola regional y las tradiciones de la temporada. La celebración se realiza en la época de la cosecha, símbolo de la fertilidad y, con ello, el despertar de la libertad sexual de las mujeres solteras.Pero, advierten los investigadores consultados, esta fecha tiene ritos propios, poco conocidos por los varones porque, generalmente, éstos tienen prohibido el ingreso en estas fiestas.Los detalles de la fiestaLa torta de comadresLa torta, consiste en un pan dulce, colocado en una canasta de caña, llamada “Canasta Zapa”, ésta es adornada con serpentinas, mixturas, globos de colores, banderillas, frutas de la época, botellas de vinos, chicha o cerveza.Grupos de comadresEn la capital chapaca hay varios grupos de comadres, entre ellos “Las Tijeras Podadoras”, “Las Bandeñitas”, “Las Pispilas”, “Las Sanroqueñas”. Ellas cada año salen a bailar por las calles con el erque y la caja. Luego de la entrada realizan sus fiestas grupales de sólo mujeres.La gran entradaLa entrada de comadres se realiza en la avenida Víctor Paz. Cerca de diez mil mujeres danzan cada año con ropas típicas y haciendo gala de floridas canastas de comadres.