Predicciones Oscar 2017: ¿quién ganará mejor director?

Manchester frente al mar, Moonlight, La La Land, Hasta el último hombre y La llegada son las cinco películas cuyos directores aspiran a la estatuilla. Aquí analizamos la contienda.

predicciones Oscar 2017

Los ganadores en la categoría de mejor dirección suelen ir de la mano de la categoría de mejor película. En 63 de los 88 años de historia de los premios de la Academia los dos premios más importantes han ido a parar a la misma producción. Desde que Kathryn Bigelow (En tierra hostil) hiciera historia en 2010 como la primera mujer ganadora del Oscar en la categoría de mejor dirección, ningún cineasta americano se había llevado el premio. Todo apunta a que en 2017 la sequía de los directores locales llegará a su fin.

Damien Chazelle por La La Land

Hace dos años Whiplash le puso en el mapa y La La Land le ha convertido en la nueva promesa consagrada del cine de Hollywood. Damien Chazelle opta al Oscar a la mejor dirección y mejor guion original con una película con la que ha recuperado la esencia de los musicales de toda la vida para contar la historia de amor entre dos artistas que sueñan con triunfar en el mundo del espectáculo. El cineasta tuvo que abandonar el proyecto durante años cuando se dio cuenta de que la industria no quería financiar un musical contemporáneo en el que todas las canciones eran originales pero, al igual que en el caso de Mia y Sebastian, la perseverancia de Chazelle y el sorprendente éxito de Whiplash acabaron provocando que un estudio (Lionsgate) se decidiese a invertir 30 millones de dólares en una película que ya ha multiplicado por 11 su presupuesto.La La Land deslumbra con una dirección que confía en los planos secuencias (como el espectacular número de apertura y Audition, el número en solitario que interpreta Emma Stone), el cambio del formato de la pantalla (imitando el clásico Cinemascope), el carisma de sus actores protagonistas, los guiños a los musicales más influyentes de la historia del cine. Si Chazelle confirma su condición de favorito –ya ha ganado todos los premios clave de la carrera– se convertirá a sus 32 años y 38 días en el cineasta más joven de la historia en recibir el Oscar al mejor director. El récord de Norman Taurog (el más antiguo en la historia de los premios de la Academia) estaba vigente desde que en 1931 fuese reconocido por la película Skippy.



Damien Chazelle con Emma Stone en los premios del sindicato de directores.

Mel Gibson por Hasta el último hombre

Diez años después de Apocalypto, Mel Gibson se ha vuelto poner detrás de una cámara para firmar Hasta el último hombre, una película bélica en la que Andrew Garfield interpreta al primer objetor de conciencia que recibió la Medalla de Honor del gobierno estadounidense. El cineasta ha necesitado una década para que el público perdonase su último escándalo, aunque si algo hemos aprendido con casos como los de Ben Affleck y Robert Downey Jr. es que pocas cosas gustan tanto en Hollywood como un regreso por la puerta grande. El australiano ha recibido su primera nominación al Oscar en 21 años (en 1996 ganó las estatuillas a mejor película y dirección) por un trabajo que respeta todos los elementos clave de su cine: conservador, religioso, simplista, visceral y espectacular. Solo Gibson podría rodar la historia de un pacifista con algunas de las escenas violentas más gráficas del cine reciente. Sus opciones de llevarse el premio de nuevo son inexistentes, pero Hasta el último hombre le devuelve a la primera línea de la industria, un lugar del que por méritos propios nunca debió salir a pesar de su aparente insistencia por ofender a todos los colectivos del planeta.

Mel Gibson en los premios de la academia australiana de cine y televisión.

Barry Jenkins por Moonlight

Barry Jenkins es el cuarto realizador negro en lograr la nominación en la categoría de mejor director gracias a Moonlight, su primera película desde que debutara en el cine con Medicine for Melancholy en 2008. El director estuvo escribiendo guiones durante años, pero se enfrentó a una negativa tras otra por parte de la industria. Todo cambió cuando se encontró con una obra de teatro que nunca había sido representada y que incluía algunos de los elementos que habían marcado su vida (una infancia en el problemático Miami de los años ochenta y la traumática relación con su madre drogadicta). Jenkins, heterosexual, decidió respetar la orientación homosexual del personaje protagonista, pero optó por dividir la historia de Chiron en tres actos: la infancia, la adolescencia y la juventud del personaje. Por insistencia del cineasta, los tres actores no se conocieron hasta que el rodaje no había terminado. Jenkins se negaba que los intérpretes se imitasen entre sí.

Por compromisos con la gira promocional de la película Spectre de la saga Bond, Naomie Harris solo pudo trabajar tres días en Moonlight. Durante un intenso fin de semana, la inglesa rodó todas las escenas que le acabarían dando su primera nominación al Oscar. En total, el director solo tuvo 25 jornadas para rodar toda la película, pero el estricto control sobre la material y su estrecha colaboración con trabajadores de su anterior película y antiguos compañeros de universidad hicieron que Moonlight saliese adelante con un pírrico presupuesto de 1,5 millones de dólares. A pesar de que Damien Chazelle es el gran favorito para llevarse el premio, Barry Jenkins podría ser recompensado con el Oscar en la categoría de mejor guion adaptado.

Barry Jenkins junto a los tres actores que interpretan a Chiron en

Kenneth Lonergan por Manchester frente al mar

Sobre el papel, Manchester frente al mar es una historia sobre el peso de la culpa y la represión de las emociones masculinas. Detrás de las cámaras es la redención de su director y guionista, Kenneth Lonergan. El cineasta estaba desencantado con la industria del cine desde que Margaret, su anterior película, estuviese en el limbo desde 2005, año en el que se rodó, hasta el 2011 en que llegó finalmente a los cines. Sus enfrentamientos con los productores por el derecho a escoger cuál sería la versión final de la película retrasaron durante años su estreno en salas. Lo único positivo que Lonergan sacó del traumático proyecto fue su relación con su protagonista Matt Damon. En 2015, este iba a debutar en la dirección con Manchester frente al mar, pero su comprometida agenda hizo que tuviese que abandonar sus planes y dejar la película en manos de su guionista Kenneth Lonergan, ya nominado al Oscar por sus libretos para Puedes contar conmigo y Gangs of New York. El cineasta destaca gracias al brillante dominio del tono del relato, equilibrando la tragedia que persigue al personaje de Casey Affleck con la enternecedora y divertida relación de éste con su sobrino, y a su sensacional dirección de actores (tres de ellos finalistas al Oscar). Sin embargo, al igual que pasa con Barry Jenkins, tiene más opciones para llevarse el Oscar por su trabajo como guionista.

Kenneth Lonergan junto a Matt Damon y Michelle Williams.

Denis Villeneuve por La llegada

Antes de hacerse cargo de la esperadísima secuela de Blade Runner, Denis Villeneuve se se ha estrenado en la ciencia ficción con la versión cinematográfica de La historia de tu vida, un relato corto de Ted Chiang que muchos habían calificado como inadaptable. Con la ayuda del guionista Eric Heisserer, el cineasta canadiense ha creado un clásico inmediato del género. La llegada evita convertirse en una película más de invasiones alienígenas para crear una poderosa fábula sobre la importancia de la comunicación que encaja como un guante en los tiempos la América de Trump. Además de conseguir la mejor interpretación en la carrera de Amy Adams (la mayor olvidada en esta 89ª edición de los Oscars), Villeneuve vuelve a demostrar que es un maestro en la creación de atmósferas, como ya había demostrado en Enemy, Prisioneros y Sicario, y se revela como un director emocional y sofisticado que tendrá mucho que decir en el cine del futuro. Las probabilidades de victoria del director de La llegada son mínimas. Los únicos cineastas que han conseguido la nominación al Oscar por una película de ciencia ficción son Steven Spielberg (E.T. El extraterrestre), James Cameron (Avatar) y George Lucas (Star Wars). Ninguno de ellos logró el premio, pero todos ellos forman parte ya de la historia del cine. Pase lo que pase en los Oscar, Villeneuve ya ha llegado más lejos que Christopher Nolan y su Origen.

Denis Villeneuve, junto a Amy Adams en los premios del sindicato de directores.

¿Quién ganará?

Damien Chazelle es el gran favorito tras arrasar durante toda la temporada de premios. En su casa descansan ya el premio del Gremio de Directores, el Globo de Oro y el BAFTA. El Oscar debería ser el siguiente.

¿Quién debería ganar?

Damien Chazelle es la nueva gran esperanza del cine de Hollywood. Acaba de cumplir 32 años, pero gracias a una sensibilidad especial y un extraordinario dominio de la puesta en escena ha conseguido firmar un histórico homenaje al –junto al western– más americano de todos los géneros: el musical. Chazelle es el culpable de esta oportunidad perfecta para reconciliar a los Oscar con el gran público.

¿Quién podría dar la sorpresa?

Barry Jenkins. Es cuestión de tiempo que un director afroamericano se lleve el Oscar. Jenkins sería una opción tan reivindicativa como razonable en uno de los años más políticamente convulsos que se recuerdan en Estados Unidos.

Fuente: revistavanityfair.es