La bancada parlamentaria del Movimiento Demócrata Social en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) rechazó el proyecto de ley de sustancias controladas, que este martes deberá ser tratado en el Senado, al considerar que la nueva normativa ‘despenaliza’ el desvío de la hoja de coca a los mercados ilegales -y por ende facilita su uso por el narcotráfico- y la deja fuera de la lista de sustancias que pueden ser utilizadas como precursores en la fabricación de cocaína.
“La ley incluye productos como cemento, alcohol, diésel… pero la hoja de coca no aparece. Si no se controla la coca, ¿cómo se va a evitar que sea desviada hacia el narcotráfico?”, manifestó el senador opositor Oscar Ortiz.
En este sentido y para subsanar esta situación, la bancada Demócrata planteará que la hoja de coca sea considerada sustancia controlada, aunque no estupefaciente, y que se establezcan sanciones claras para castigar a los productores de coca que desvíen la hoja hacia los narcotraficantes.
“Esto debe ser un delito (castigado) con una sanción dura, porque no se refiere al uso tradicional y ancestral de la coca. De acuerdo con la Convención de Viena, nuestro país tiene la obligación de evitar que la coca sea desviada a la producción de droga”, expresó el parlamentario Demócrata.
Sobre el endurecimiento de las incautaciones de los bienes originados en actividades ilícitas del narcotráfico, Ortiz indicó que con esto el Gobierno busca mostrarse ‘duro’ para ocultar el hecho de que la producción excedentaria y el desvío de la hoja de coca sólo tendrán sanciones administrativas.
“En los próximos días vamos a presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley General de la Coca y estamos analizando la ley de sustancias controladas para presentar un recurso similar. Si el Tribunal Constitucional no da curso (a estas demandas) acudiremos a instancias internacionales”, sentenció el legislador de oposición.
Finalmente, el senador Ortiz señaló que con las nuevas normativas el Gobierno del MAS está quedando con muy mala imagen frente a la comunidad internacional, mientras que en el país el consumo de drogas es ya un problema a escala nacional.
