Los religiosos atribuyen la creciente violencia a la falta de valores y principios, mientras que una experta en salud mental señaló factores emocionales y el consumo excesivo de alcohol como principales detonantes.
La ciudad de Santa Cruz de la Sierra ha experimentado una semana sombría marcada por una serie de hechos violentos, incluyendo feminicidios, parricidio e infanticidio. Los recientes acontecimientos conmocionaron a la población, generando preguntas sobre las razones detrás de estos incidentes y las posibles soluciones para detener esta ola de violencia.
En un esfuerzo por abordar estas inquietudes, Red Uno habló con religiosos, y una experta en salud mental. Los religiosos atribuyen la creciente violencia a la falta de valores y principios, y señalan que el verdadero sentido de la vida se ha perdido, mientras que una psicoterapeuta señaló factores emocionales y el consumo excesivo de alcohol como principales detonantes.
“El fin de los tiempos y la falta de valores”
Melitón Rosales, apóstol de Casa de Oración, declaró que la situación actual es parte de una tendencia bíblica. “Cada día la gente está peor y es bíblico. La escritura dice que el diablo, aunque uno no lo crea, ha descendido con gran fuerza sabiendo que le queda poco tiempo, y esto cada vez va a ir empeorando”, afirmó Rosales.
Francisco Posada, director de la Comisión Arquidiocesana de Catequesis, coincide en que la pérdida de valores está sustituyendo el amor y la comprensión por una cultura enfocada en el placer y el consumismo. “Los valores están siendo reemplazados por otros que se centran en el placer y el tener. Esto conlleva siempre a la violencia, sin pensar en el verdadero sentido del hombre, que es el amor, la comprensión y el perdón”, explicó.
Enfoque emocional y consumo de sustancias
Desde una perspectiva psicológica, la psicoterapeuta Mónica Rivera señaló que la violencia no es solo física, sino también emocional. Rivera advirtió sobre el estrés y la angustia como factores que contribuyen a la agresión. “El estrés causado por problemas económicos puede llevar a serios problemas emocionales”, dijo.
Rivera también destacó el peligro del consumo excesivo de alcohol y sustancias controladas, señalando que estos factores pueden ser desencadenantes de violencia y agresión. Además, mencionó el impacto de la era digital en los niños y adolescentes, advirtiendo sobre la soledad y el aislamiento que las tecnologías pueden generar.