Hay 42 por ciento menos para la salud de indígenas e indigentes del departamento de Cochabamba

LOS MÉDICOS SAFCI Y MI SALUD, IDENTIFICADOS CON CHALECOS, JUNTO A LOS INDÍGENAS.La atención en chozas, la dificultad del traslado de enfermos desde las comunidades indígenas asentadas en el Trópico de Cochabamba, el papeleo para “certificar” que son indígenas y la falta de recursos económicos para el pago de cuentas hospitalarias van en contra de la atención en salud para estos comunarios.Personas indigentes e indígenas, de tierras altas y bajas, comparten un fondo para la atención de salud que destina la Gobernación de Cochabamba. Los recursos bajaron en un 42 por ciento entre 2016 y 2017. La secretaria de Desarrollo Humano de la Gobernación, Primitiva Guarachi, dijo que el pasado año se utilizó 1.4 millones de bolivianos, pero este año, por los recortes presupuestarios, el fondo es de 800 mil. En 2015, la cifra alcanzó los 2 millones.Solo la Red Indígena de Salud aglutina a alrededor de 10 mil habitantes que viven en las Tierras Comunitarias de Origen (TCO) Yuqui – Siri, Mojeño Trinitario y Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) en el Trópico. La coordinadora de salud de la Red Indígena, Keila Ávila, explicó que desde 2014 hay 40 médicos del programa Mi Salud que atienden a esta población, dentro del modelo de Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI). Estos profesionales tienen a su cargo 60 comunidades dispersas, a donde se llega, principalmente, a través de ríos que suman alrededor de 760 kilómetros entre los tres pueblos, además de caminatas “con barro hasta las rodillas”.Ávila manifestó que los recursos económicos destinados para esta gestión “no alcanzarán”, considerando la vulnerabilidad a enfermedades como las infecciones respiratorias, tuberculosis y otras que afectan a esta población.El Ministerio de Salud está a cargo de los recursos humanos, en este caso los médicos SAFCI y Mi Salud. Los municipios brindan apoyo logístico, “como el combustible” para el traslado de este personal. Y el único fondo que apoya en la atención de salud de los indígenas es el de la Gobernación, que este año fue reducido.La secretaria de Desarrollo Humano explicó que estos fondos se utilizan cuando pacientes, como indigentes o indígenas, llegan hasta el hospital Viedma, es decir que son casos graves. Los recursos cubren entre el 40 y 100 por ciento de los gastos. “Para indígenas y la gente de los ayllus es hasta un 100 por ciento ”.La coordinadora de la Red aclaró que se erogan recursos para cubrir la hospitalización y “los medicamentos que tiene el Viedma”.Los menores de cinco años y los mayores de 60 acceden a la atención gratuita, estipulada por ley para todos los bolivianos. El resto atraviesa las mayores dificultades, como el pago de consultas en hospitales municipales o lo que no puede cubrir el fondo departamental.Ávila dijo que los indígenas realizan aportes mensuales para tener recaudaciones para salud. “Pero, los 400 ó 500 bolivianos que reúnen no alcanzan para enfermedades graves o terapias intensivas”.Se conoció que incluso los mismos profesionales médicos realizan algunos aportes para ayudar.La médica explicó que hay otro fondo, el de la Lotería Nacional, pero es nacional y depende del Ministerio de Salud. Pero, estos recursos son “para casos de vida o muerte”. Con la mediación de parlamentarios indígenas, en 2016, un total de 10 personas, de pueblos de Cochabamba, Beni y Santa Cruz accedieron a esta ayuda.Antes de la llegada de los médicos hasta las comunidades indígenas, el intento de salir de los lugares más alejados representaba la muerte. Ávila recordó que los viajes por 300 kilómetros de río significaba seis días, en muchos casos “la muerte de un enfermo”. No existen registros de mortalidad en estas zonas, debido a que no había presencia de personal de salud. Ahora la situación tiene cambios, pero los casos graves continúan siendo de dificultad porque es difícil la salida en canoas hasta encontrar caminos transitables. “A veces no quieren entrar con ambulancias, porque temen que se las lleve el río”.Y en la época seca, en invierno, también hay problemas en zonas donde las aguas bajan a tal nivel que impiden la navegación.TRÁMITESGarantizar la atención sin costos o con descuentos en el hospital Viedma implica papeleos. Ávila manifestó que el enfermo debe llevar notas certificadas de que son indígenas de tierras bajas de Cochabamba. Es decir, que debe demostrar que es miembro de su organización, como la Coordinadora de Pueblos Indígenas de Trópico de Cochabamba (CPITCO) y de los consejos menores. “Ellos presentan su documentación y recién se los puede validar. Es como un filtro. Es complicado, porque llegan para cirugías, para estar mucho tiempo internados y se hacen cuentas terribles”.La dificultad económica responde a que se trata de zonas donde la gente no tiene ingresos económicos, porque son cazadores, recolectores y pescadores en muchos casos. “Ni siquiera pueden vender tierras porque tienen territorio comunitario. No pueden tocar nada para pagar nada”.La presencia de los médicos permite la atención primaria. Sin embargo, las condiciones no son las más adecuadas y no todos los profesionales aceptan ir a zonas “sin agua, sin luz ni casa”.En las zonas donde no hay postas, los comunarios ayudan en la construcción de chozas, con madera y otros materiales del lugar para habilitar el espacio de atención. Similares construcciones se convierten en las casas de los médicos, “que deben ser uno más de la comunidad”.Fuente: OPINIÓN