Leopoldo «No sé si estoy preparado para ir a la cárcel, pero sí sé que debo estarlo»

Tras conocer la sentencia de 15 años de cárcel, Fernández hace una retrospectiva. ¿Qué pasó en Porvenir en 2008? Para él, los verdaderos autores de la masacre están libres. Quiere una investigación de cero.
Alcides Flores M.  / La Paz

A las 8:30 del jueves –unas 13 horas después de la lectura de la sentencia–, en el momento del inicio de esta entrevista, dos carros patrulleros con el logo de la Policía, y un tercero sin el distintivo verde olivo, custodian el ingreso del domicilio del Cacique, y en la parte de atrás de su casa hay otra patrulla policial, con dos uniformados en su interior.
Dentro de la casa viven su esposa, su hija Pamela y su madre, una mujer de 82 años que vino de Cobija desde que apresaron a su hijo, y que al llegar a La Paz hizo una promesa: «Sólo me voy a ir a Pando si mi hijo va por delante”. Y no pierde la fe. Reza el rosario al menos tres veces al día  y los días de audiencia  lo hace sin parar  hasta que su hijo regresa.
Leopoldo –con detención domiciliaria desde 2013– sigue siendo su niño, de quien debe estar pendiente. Quizá por eso todas las mañanas, a las 7:30, la anciana –que camina con mucha dificultad y apenas ve– entra sigilosamente en el dormitorio del político para darle los buenos días.
 «Aparentemente durmió bien don Leopoldo. Se lo ve relajado, tranquilo… Parece que ya se acostumbró, parece resignado…”.
 No, de ninguna manera. Mi tranquilidad es producto de la fuerza que uno recibe de Dios. Segundo, mi conciencia: no tengo por qué sentirme mal. Por supuesto que lo que ocurrió en Porvenir  no debió ocurrir  jamás, pero nosotros no podemos asumir una responsabilidad que estaba predeterminada por el Gobierno.
 Primero, le dieron 15 años de prisión; luego, le anularon la detención domiciliaria.
 Ya nada nos sorprende. Hacen un sinnúmero de abusos y atropellos, no sólo a nuestros derechos, sino a la legalidad. Cuando la semana pasada leyeron la parte resolutiva de la sentencia, dictaminaron como pena 15 años de reclusión. Cuando después se da la lectura íntegra de la sentencia, no podía haber modificaciones. Después de cinco días de la sentencia, nos sorprendemos con una modificación en esta parte resolutiva en la que se establece que la detención domiciliaria no es computada.
Al final, la justicia le anuló la detención domiciliaria.
Es nulo de pleno derecho y saben que están atropellando disposiciones legales. Mary Carrasco, la abogada del Gobierno, los últimos días dijo que la detención no se debe computar. El juez Portocarrero siguió esa línea. No se puede variar una parte resolutiva, no puede modificarse.
¿Hay en la legislación algo que respalde lo que usted afirma?
Hay una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional, que es la palabra autorizada para opinar sobre estos temas. Esa sentencia fue dictada en agosto de 2014, que establece claramente que el tiempo que uno pasa en detención domiciliaria debe ser computado. Existe jurisprudencia.
El retorno a la cárcel es una posibilidad, ¿está preparado?
No sé si estoy preparado para ir a la cárcel, pero sí sé que debo estar preparado, porque con el escenario político que vive el país todo es posible. Ojalá que no, confío en Dios, esperamos que la verdad se imponga.
Pasaron más de ocho años de la masacre de Pando. ¿Quiénes fueron realmente los responsables de las muertes?
Le voy a responder con tres preguntas. Primero: ¿por qué no actuaron los militares cuando les pedimos que intervengan? ¿Por orden de quién no actuaron? ¿Por qué se quedaron en sus cuarteles? ¿Por qué no se convocó a un juicio a estos militares para que se les pregunte sobre el pedido del Prefecto?
Segundo, ¿por qué Leopoldo Fernández no huyó de país? Hay que recordar que el 11 de septiembre de 2008 ocurrieron los hechos. La dictación del Estado de Sitio fue el 12 de septiembre. A mí me tomaron preso el 16 de septiembre a las 10:30 en mi despacho. ¿Por qué no me fui? No me fui porque tenía la conciencia tranquila.
Tercero: ¿por qué se forzó la radicatoria del juicio en La Paz si los acontecimientos fueron en Pando? Las leyes establecen que se debe respetar la condición de juez natural, que es el lugar donde se dieron los hechos. Si tenían razón, no necesitaban cómplices.
¿Quién mató a los campesinos?
La pregunta de quiénes mataron a los campesinos es la misma pregunta que me hago todo el tiempo. ¿Por qué hasta ahora no tenemos un solo autor material de la gente que ha matado a esos campesinos?
¿Tiene alguna idea de quién lo hizo?
El primer muerto es Pedro Oshiro (del bando de la Gobernación) y se conoce el nombre de quien lo asesinó, pero nunca ni el Ministerio Público ni el Tribunal se encargaron de verificar si es verdad o mentira lo que dijeron varios testigos que vieron al asesino de Oshiro.
¿Y quién asesinó al ingeniero forestal Pedro Oshiro?
Es un señor que se llama Gutemberg Rodríguez, con el apodo de Pantera, del municipio de Filadelfia, y que ahora está allá, vive allá. Libre. ¿Alguna vez se preocuparon de averiguar si es verdad o es mentira si él lo hizo? ¿Alguna vez lo convocaron para que sea investigado, para preguntarle quién lo envió?, ¿por qué mató a Oshiro?, porque esa muerte fue el detonante de los enfrentamientos.
¿En qué instante la situación se salió de control?
Después de cuatro horas, mataron a Alfredo Céspedes Robles, ciudadano de Porvenir, cuñado de Edwin Ventura (Podemos), que era Alcalde de Porvenir, que ahora está preso y está entre los coacusados. Cuando en Porvenir se establece el diálogo, llegan a un supuesto acuerdo: que los campesinos larguen a los siete rehenes que habían tomado en las barracas  y que los cívicos dejen pasar a los campesinos, pero no a Cobija, sino a Filadelfia, para evitar los enfrentamientos. Los campesinos largan a los seis primeros y queda uno, Céspedes, a quien soltaron luego y le dispararon en el acto. Fue entonces, con esta segunda muerte, que se da la reacción de la gente de Porvenir.
Después de Oshiro, mucha gente se había armado en Porvenir, al igual que en Cobija. Así que cuando matan a Céspedes –cuatro horas después– la gente ya estaba con armas.
Es decir, ¿se armaron previamente? ¿Por qué los cívicos estaban armados?
La gente tiene armas en su casa. Usted llega a una casa y allí va a ver un rifle de salón 22 colgado, que uno necesita para cazar, sobrevivir, para defenderse. En todas las casas las hay.
¿Hay armas en las casas aún sin permiso?
¡Nooo… qué van a tener permiso!  ¡Por favor!
¿Y quién mató a Céspedes?
Sabemos quiénes mataron a Oshiro, pero no se sabe quién mató a Céspedes.
Los que están presos, ¿tienen relación con alguna de las 13 muertes?
Abolutamente no. Erwin Ventura (Podemos), que era el Alcalde de Porvenir –fue sentenciado a nueve años de prisión–, no estaba en Porvenir durante los acontecimientos, y eso está demostradísimo. El otro preso es Iván Justiniano, que fue presidente del Consejo  de Porvenir, y le dieron ocho años. El tercer detenido es Marcelo Mejido, que era el cajero del Servicio Departamental de Caminos. A él le tienen casi nueve años preso y le dieron cinco años de cárcel. Nadie de los 26 acusados tiene nada que ver con lo que ocurrió  y alguien tiene que responder. ¿Por qué no se hace una investigación seria?
El caso Porvenir estuvo precedido por una serie de acontecimientos, marcados por manifestaciones autonomistas en varias capitales (media luna) con actos incluso violentos.
Esos acontecimientos marcaron un punto de inflexión entre lo que fue Pando antes de esos acontecimientos y lo que fue Pando después. Va a costar mucho cerrar las heridas.
¿Lo de Porvenir  pudo haber pasado sin los hechos previos en las regiones de la «media luna”?
Ese clima político de tremenda exacerbación que se vivía en Santa Cruz, Tarija y Beni es la explicación de por qué ocurrió lo de Porvenir.
Aunque lo de Porvenir, según el Gobierno, se dio a raíz de una movilización campesina en defensa de sus tierras.
No tiene nada que ver la marcha campesina que estaba supuestamente reivindicando derechos y tierras. Eso fue pensado, planificado y ejecutado por el Gobierno con su principal operador: Juan Ramón Quintana.
¿Por qué él?
Fue el que implementó el Estado de Sitio. El decreto establecía que los ministros de Gobierno y Defensa se encargaran de implementar esa medida de excepción, pero ellos nunca aparecieron. Quintana preparó todo antes, durante y después. Había que generar un clima de enfrentamiento para provocar muertos. Cuando hay muertos, hay un justificado para dictar el Estado de Sitio, para supuestamente pacificar la región, y usaron a los movimientos sociales y a los campesinos como carne de cañón, y lograron sus objetivos: dictar el Estado de Sitio, controlar la situación, detenerme y poner de prefecto a un militar ilegal y abusivo.
Leopoldo Fernández preso y la «media luna” eclipsada. Lo de Porvenir  ¿fue el golpe de gracia para los autonomistas?
Con esto resquebrajaron la lucha autonómica y lograron, fundamentalmente, intimidar a los demás gobernadores, a los que mandaron el mensaje: «te portás mal, te ocurrirá lo de Leopoldo Fernández”. Mi caída fue la primera señal de escarmiento para la que me han usado a mí. Y la segunda señal es esta sentencia, después de ocho años. Más que justicia, esto es un escarmiento, un precedente.
Pedirán la nulidad del juicio
«Después de la sentencia, ¿qué hará Leopoldo Fernández?”, le preguntó Página Siete al Cacique.
«¿Sabe qué vamos a demandar en la apelación? No que nos bajen los años ni que nos declaren inocente. Vamos a demandar que anulen el juicio y que se arranque un juicio otra vez”, fue su respuesta.
La masacre de Porvenir ocurrió el 11 de septiembre de 2008, cuando murieron seis campesinos, tres normalistas, dos ciudadanos de Porvenir (funcionarios de la Prefectura de Pando), un pastor evangélico y un soldado. Por estas muertes, están detenidos –además de Fernández– el que fue Alcalde de Porvenir y un  concejal de esa comuna.
Para el Gobierno, Leopoldo Fernández es el responsable de lo ocurrido, mientras que para éste  lo sucedido en esa localidad es parte de un plan diseñado por Álvaro García Linera (ideólogo), que en varias ocasiones habló de «estrategia envolvente”, y Juan Ramón Quintana, como ejecutor.
Leopoldo  Fernández
  • Carrera  Fue parlamentario durante 28 años, tres veces como diputado titular y cuatro veces como senador. Ocupó cargos públicos por siete periodos constitucionales. Fue Ministro de Gobierno, Presidente interino del Estado y dos veces presidente del Senado. También  fue dos veces gobernador (siempre fue adenista).
  • Salud  Padece al menos cinco enfermedades. Tuvo cáncer de riñón, uno de los cuales le fue extirpado porque tenía un tumor. Padece tuberculosis hepática  y él supone que lo adquirió en la cárcel de Chonchocoro, donde estuvo detenido de febrero a septiembre de 2011. Padece poliglobulia, un mal adquirido mucho antes a su detención. Asimismo, tiene hipertensión y en febrero de 2013 fue operado de la próstata.

Fuente: paginasiete.bo