Menonita pagó con cárcel su rebeldía

[vid url=http://cd1.eju.tv/wp-content/uploads/2017/03/PB1703140851.mp4]Lo tildaron de loco y lo llevaron a un centro siquiátrico; la justicia lo liberó Guider Arancibia GuillenEl menonita Abrahan Schmihd Rempel vive desde hace 25 años en la colonia Valle Nuevo, por la localidad de Tres Cruces. Nació en Santa Cruz, es agricultor, tiene esposa y cinco hijos, y por necesidad de los tiempos actuales decidió usar teléfono celular; sin embargo, su decisión chocó contra las normas religiosas estrictas de las autoridades de su colonia.Fue considerado un loco peligroso y llevado a un centro siquiátrico, donde estuvo amarrado de pies y manos hasta que después acabó preso en la cárcel de Palmasola.Abrahan reveló que empezó a recibir amenazas especialmente de tres autoridades de su colonia, por usar celular y por no obedecer las reglas.Contó que su calvario empezó el 29 de agosto de 2016,  cuando llegó con su esposa e hijos hasta la calle 6 de Agosto del mercado Los Pozos. Dejó a su familia en el hotel y salió a hacer diligencias, cuando caminaba fue detenido por policías, pues había sido denunciado por las autoridades de su colonia de ser un loco peligroso.“Me llevaron a un centro siquiátrico con un certificado firmado por un médico que decía que yo estaba loco. Estuve tres días amarrado de pies y manos pero no me quitaron mi celular. Como pude me saqué fotos”, comentó el hombre que estuvo este martes en los estudios de EL DEBER Radio.Su familia contrató a la abogada Mariela Ajuacho, quien  planteó acción de libertad y logró que su defendido sea liberado. Abrahan inició acción penal contra las autoridades de su colonia, acusándolas de privación de libertad, asociación delictuosa y falsedad material.No obstante, los demandados también le iniciaron una querella por extorsión e intento de homicidio. En la audiencia cautelar celebrada en Pailón, la jueza Natalia Rosas le dio medidas sustitutivas, pero el 12 de enero de este año le revocaron la medida y lo enviaron a Palmasola.El 3 de marzo Abrahan logró recuperar su libertad, concedida por un juez de Cotoca.El menonita volvió a su colonia y fue bien recibido por familiares y amigos. “En nuestra colonia existen normas y de eso no me niego, pero hay reglas que no me interesan. No estoy loco. Jamás cometí delito”, expresó cuando salía de la cárcel de Palmasola.Dice que seguirá  usando overol y trabajando la tierra, que es lo que caracteriza a los menonitas, pero se declara un rebelde. Es más, afirma que no dejará de usar teléfono celular porque es una herramienta útil.Usan móvil a escondidasLa colonia Valle Nuevo tiene casi 3.000 habitantes y Abrahan asegura que el 30% usa celular, pero a escondidas por miedo a ser echados de la iglesia o sancionados.Fuente: Red Uno, eldeber.com.bo