Por qué esta fotografía de un niño besando el ataúd de su padre es un símbolo del 11-S

Hasta el momento, Brian S. Falb fue la última víctima de los ataques terroristas en Nueva York

Brian Jr. besa el ataúd de su padre, el oficial Brian Falb, muerto por los gases tóxicos que respiró durante las tareas de rescate en septiembre de 2001 (Damian Battinelli)

Brian Jr. besa el ataúd de su padre, el oficial Brian Falb, muerto por los gases tóxicos que respiró durante las tareas de rescate en septiembre de 2001 (Damian Battinelli)



El lunes 20 de marzo Brian Jr. sintió una profunda contradicción que quizás lo acompañe a lo largo de su vida. Sabía que quienes allí estaban para despedir a su padre Brian S. Falb, lo hacían porque lo consideraban un héroe. Y así se lo hacían saber para, quizás, consolarlo. Él conocía su valiente historia: había sido uno de los primeros policías rescatistas del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001.

Pero Brian Jr., a pesar de todo, quería que ese héroe se quedara con él para siempre. O al menos un día más, para apretarle la mano en su agonía. En un momento del concurrido funeral le rindió su propio tributo. El pequeño se acercó al ataúd de su padre, tomó una cruz en sus manos, cerró los ojos y besó el frío féretro. El momento -uno de los más duros y emotivos de la ceremonia- fue capturado por la lente de Damian Battinelli, el fotógrafo a quien Mary, la esposa del policía, le había encargado inmortalizar la despedida de uno de los primeros oficiales en asistir tras el atentado a las Torres Gemelas.

Una multitud participó de la despedida de Brian Falb en St. Peter’s Church en Plattburgh (Damian Battinelli)

Una multitud participó de la despedida de Brian Falb en St. Peter’s Church en Plattburgh (Damian Battinelli)

La esposa de Falb, Mary, le pidió al fotógrafo Damina Battinelli que rescatara los momentos de la despedida del héroe (Damian Battinelli)

La esposa de Falb, Mary, le pidió al fotógrafo Damina Battinelli que rescatara los momentos de la despedida del héroe (Damian Battinelli)

Pero Falb no murió por causas naturales. Falb es una víctima más de esos ataques terroristas. Como tantos otros que participaron de los trabajos de rescate y de víctimas que fueron evacuadas y que no murieron por heridas profundas, el oficial de North Country, desarrolló un cáncer cerebral producto de los gases tóxicos que ingirió durante las tareas de socorro. El pasado 13 de marzo, murió.

Oficial Brian Falb, retratado por Damian Battinelli

Oficial Brian Falb, retratado por Damian Battinelli

Falb posa para la lente de Damian Battinelli y muestra la cicatriz en su cabeza. Luego del 11-S desarrolló cáncer de cerebro

Falb posa para la lente de Damian Battinelli y muestra la cicatriz en su cabeza. Luego del 11-S desarrolló cáncer de cerebro

De 47 años, el hombre estaba casado y tenía cuatro hijos. Brian Jr. todavía no había nacido cuando dos aviones secuestrados por extremistas islámicios de Al Qaeda impactaron contra el World Trade Center. El funeral tuvo lugar en St. Peter’s Church, de Plattsburgh. Nadie podrá olvidar el momento en que el pequeño se acercó y despidió por última vez a su padre en ese frío ataúd.

La conmovedora imagen recorrió los medios de Estados Unidos y muestra cómo aquella trágica jornada sigue cobrándose vidas. En silencio, también son víctimas del terrorismo y su interminable estela.

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Fuente: infobae.com