Una guía apuesta a eliminar el machismo en causas judiciales

Este martes el documento será presentado en La Paz. El objetivo es que las autoridades y funcionarios no caigan en los prejuicios contra la mujer.

Daniela Romero / La Paz



 «La mujer fue dopada y luego abusada sexualmente por unos vecinos después de festejar un cumpleaños. Una de las causas de la violación es que la víctima estaba en estado de ebriedad.

 

Ése es uno de los argumentos que usan fiscales y jueces para aminorar la pena de un agresor y obviar la situación emocional y física de la afectada.

   El Protocolo para juzgar con perspectiva de género es una nueva guía para los funcionarios del Órgano Judicial que tiene el objetivo de que no caigan precisamente en esos prejuicios típicos de una sociedad patriarcal, afirma la presidenta del Comité de Género del Órgano Judicial, Cinthia Armijo Paz.

   El documento será presentado este martes, pero ya es de conocimiento de todas las entidades judiciales después de haber sido aprobado el año pasado.

«Necesitamos que los operadores de justicia  nos despojemos  de una serie de prejuicios que están establecidos en la sociedad que son concepciones erradas o simplificadas que buscan justificar alguna situación que no es correcta, asegura la magistrada.

 La idea es que «el estado de ebriedad de la víctima, por ejemplo, no sea una justificación para soslayar una sanción al atacante y que más bien las autoridades se enfoquen en el delito que cometió y cómo darle a la afectada todas las garantías.

 «Cuando a esos prejuicios se los lleva al campo de la administración de la justicia, lo  que se hace es profundizar una situación de victimización y revictimización, una situación de injusticia en los casos de violencia hacia las mujeres, señala Armijo.

Asimismo, esta nueva política contempla  cuatro líneas estratégicas de trabajo dentro del Órgano Judicial. La primera tiene que ver con la promoción del acceso de las mujeres a puestos jurisdiccionales y administrativos en el marco de la igualdad, como los ascensos.

 El segundo eje es la formación inicial y permanente  de jueces sobre el derecho de acceso a la justicia y otros derechos de las mujeres y otras poblaciones en situación de vulnerabilidad.

La tercera estrategia gira entorno al clima laboral y enfoque de género en los diferentes juzgados, tribunales y oficinas del Órgano Judicial, y el cuarto eje es el monitoreo y evaluación de la actividad jurisdiccional desde la perspectiva de género.

La magistrada explica que la guía contiene una sistematización de los estándares internacionales sobre género y justicia, pero además propone una metodología para evitar que se actúe en contra de los derechos de las mujeres en los ámbitos judiciales con diferentes lineamientos a seguir en los procesos.

 «Es para que los jueces sepan cómo juzgar e interpretar la norma de esta nueva mirada desde el marco de los derechos humanos y nos da herramientas concretas. Toda la gente del sistema judicial  tendría que estar empapada del protocolo y  a tiempo de analizar, sentenciar e incluso investigar deberíamos tener todos esta nueva mirada, sin miramientos ni limitaciones, dice la magistrada.

Cuando una mujer sufre lesiones de cualquier índole el procedimiento que debe seguir es ir al Instituto de Investigaciones Forenses para realizarse el examen que pruebe que tiene heridas o contusiones. Este procedimiento conlleva un proceso doloroso. Al margen de la misma prueba a la que es sometida, recibe presión y calificaciones de los peritos y de los mismos administrativos.

 

Esto también se quiere evitar.

   Con el nuevo protocolo se pretende que en todo ese proceso de la víctima, la gente encargada de atenderla sepa que es vulnerable y que necesita desde un buen trato hasta una atención oportuna.

«Para que una mujer se anime a hacer una denuncia tiene que pasar por situaciones complejas y termina revictimizada y, en algunos casos, termina recibiendo un fallo indicando que es culpable de lo que le ha sucedido. Estos casos se multiplican y no podemos quedarnos insensibles frente a esto, afirma Armijo.

La magistrada reflexiona sobre un punto que es real, pero que no se plasma en las noticias o no es de conocimiento público: «Lo que vemos son las situaciones extremas (feminicidios), lo que no vemos son las acciones cotidianas que la mayoría de las mujeres están viviendo en su oficina, en su casa o en otros lugares donde se desempeña.

Un problema de acoso, por ejemplo, también pone en una situación de vulnerabilidad a la víctima frente a instancias superiores e incluso en entidades públicas. Armijo señala que aunque hay una ley sobre el acoso, esta nueva guía es de gran ayuda para los servidores judiciales.

La aprobación del protocolo constituye para el Comité de Género del Órgano Judicial un hito importante «para salvaguardar los derechos humanos de las personas en general, y particularmente los derechos de las mujeres y las personas con diversa orientación e identidad sexual ante la justicia.

 Algo importante para Armijo es que la guía  puede ser utilizada por las organizaciones de la sociedad civil para fundamentar recursos y/o monitorear la labor jurisdiccional. Asimismo, el protocolo es el punto de partida de procesos de formación de  jueces sobre la metodología de análisis de las causas abiertas.

Fuente: paginasiete.bo