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El grupo de gente que arrebató a Jhonny Pizarro Miranda del resguardo policial para después lincharlo en la plaza de San Julián (Santa Cruz) estaría dedicado al microtráfico de sustancias controladas, según el comandante de la Policía, Abel de la Barra, quien aclaró que la hipótesis está todavía en investigación.
La autoridad policial dijo que los familiares del Wilfredo Alejandro Gómez, de 17 años, que supuestamente fue victimado por Pizarro el pasado 13 de abril, se dedicaría a actividades ilícitas relacionadas al narcotráfico al igual que los presuntos asesinos. “También podría ser el mal llamado ajuste de cuentas”, agregó De la Barra.
Por su parte, el comandante departamental de la Policía, Rubén Suárez, explicó que se presume que “el fondo era que ninguno quede con vida para que no se descubra el problema relacionado al microtráfico de esa familia”.
Agregó que Pizarro, al igual que sus tres cómplices que permanecen aprehendidos, tiene antecedentes por tráfico de drogas y por robo, algo que era de conocimiento de los pobladores de San Julián.El presunto cómplice de Pizarro, que también fue golpeado por la muchedumbre, permanece en el hospital de Cuatro Cañadas y será trasladado a la cárcel de Palmasola junto a los otros dos implicados en el caso.Ante esta situación, las autoridades policiales ordenaron el desplazamiento de los efectivos desde San Julián hasta el municipio de Cuatro Cañadas con la finalidad de resguardar la integridad de los mismos, ya que fueron amenazados por la turba enardecida cuando intentaban evitar el linchamiento de Pizarro. Una similar determinación fue asumida por el representantedel Ministerio Público y por el juez de esta localidad.“Hay predisposición de retornar a San Julián siempre y cuando las condiciones sean dadas. La Policía lo único que hace es dar un servicio de seguridad”, dijo De la Barra, mientras que Suárez aseguró que “por el momento no retorna la Policía” a este municipio.Esta decisión fue criticada por la representante de Derechos Humanos en Santa Cruz, María Inés Galvis, al considerar que no es correcto dejar sin resguardo a la población de San Julián, y que los uniformados deben reforzarse y retornar a la zona. LA MUERTE COMO ESPECTÁCULOEn noviembre del año pasado, en la población de Entre Ríos (trópico de Cochabamba), un caso de linchamiento (de Raúl Sandoval) se convirtió en todo un espectáculo circense cuando fue presenciado por una multitud de gente, incluidos niños, en un campo deportivo de esa comunidad.En un video, que circuló en Facebook, se pudo ver a un grupo que ejecuta al joven y a personas que miran el asesinato desde las graderías del estadio y a otras que se aglomeraron para escuchar a la víctima suplicar por su vida antes de ser quemada.La reciente víctima en San Julián murió ahorcada en medio de la plaza principal de ese municipio cruceño luego de ser secuestrada de la custodia policial al término su audiencia cautelar. Al menos 500 personas presenciaron la golpiza al supuesto delincuente, le prendieron fuego y, posteriormente, lo ahorcaron en un árbol.La turba, incluso, amenazó y golpeó a los uniformados que pretendían resguardar la integridad de Yonny Pizarro.Juanita Mendoza, expareja de Pizarro, pidió garantías para sus dos hijos, de 20 y 15 años, quienes fueron amenazados por un grupo de pobladores de San Julián de correr la misma suerte que su padre con el argumento de que éstos fueron cómplices del asesinato de Wilfredo Gómez.Fuente: Red Uno, Los Tiempos