El fin de los privilegios

 

El sistema de fotomultas que impulsa la alcaldía de Santa Cruz podría convertirse en el método más efectivo y transparente de luchar contra el caos en el tráfico y las infracciones que cometen los conductores. La idea es poco agradable para los que acostumbran burlarse de las normas, de las señalización, de los peatones y demás conductores, pero es especialmente “atentatoria” contra el sistema de transporte público, que precisamente se beneficia del desorden y de la anarquía que impera en las calles. Lo interesante es que, pese a ser tan transgresores, los micreros nunca caen en Tránsito, donde la “ley del jabonero” funciona para todos menos para ellos. Por algo será.

Con las fotomultas podría acabarse ese privilegio, puesto que quedará registrado cada vez que uno de esos trufis, micros o taxis hagan de las suyas en las calles, que dicho sea de paso, las consideran de su propiedad. Es por eso mismo que los sindicatos de transportistas urbanos están tan molestos. Se les acaba el libertinaje al que están acostumbrados.



Fuente: eldia.com.bo