Liam Neeson, el actor al que nunca conocimos joven, se hace oficialmente viejo

El irlandés nunca dejó que su edad marcara su lugar en Hollywood. Hoy cumple 65 años siendo el ‘jubilado’ mejor pagado después de Harrison Ford en ‘El despertar de la fuerza’.

Liam Neeson, aclamado por las masas.

Hollywood no es el mejor lugar para cumplir años. A no ser, claro, que tu nombre sea Liam Neeson. El 7 de junio de 1952 nacía en Ballymena, una pequeña localidad de Irlanda del Norte, un actor que se atrevió a desafiar el status quo de Hollywood. Tras el inesperado éxito en 2008 de una película francesa en la que nunca llegó a confiar –“Estaba seguro de que iban a estrenar Venganza directamente en DVD” ha llegado a decir–, el actor pasó a formar parte del exclusivo club de de los mejores pagados, redefinió sus señas de identidad, rechazó el biopic del presidente más importante en la historia de Estados Unidos, y no dejó que su edad –hoy cumple 65 años– estableciera cuál iba a ser su lugar en la industria. El camino para conseguirlo estuvo lleno de sorpresas, renuncias y una tragedia familiar que cambió su vida para siempre.La actriz Natasha Richardson, su esposa desde 1994 e hija de la legendaria Vanessa Redgrave, falleció en marzo de 2009 como consecuencia de un aparatoso accidente de esquí en las montañas de Quebec. Dos años más tarde, el irlandés confesó a Tom Chiarella de la revista Esquire cuál había sido su sistema para lidiar con la muerte de su mujer. «Me escondía en el trabajo. Mira, sé lo mayor que soy y solo me hace falta una lesión en el hombro para no poder optar a papeles como el que hago en Venganza. Así que soy fiel a los entrenamientos y al trabajo. Es fácil planificar y encontrar muchos trabajos. Es efectivo, pero al mismo tiempo no hay una hoja de ruta para superar la pérdida y la aflicción. No puedes prepararte para algo así. Crees que vas a llorar y superarlo. Puedes planificarlo, pero no funciona así».Poco antes de la muerte de Richardson, Liam Neeson había estrenado la película que cambiaría para siempre el rumbo de su carrera. Venganza fue un éxito en todo el mundo y su recaudación multiplicó por nueve la inversión del productor Luc Besson, el visionario director detrás de El quinto elemento. El intérprete sólo había cobrado 1 millón por hacer la película. Por la secuela, estrenada tres años después, consiguió un cheque de 15 millones después de dejar caer que no estaba muy seguro de querer participar en la película. Por la tercera y última entrega de la franquicia recibió 20 millones, una cifra desorbitada para un actor que ya ha pasado los 60 años de edad en una industria tan discriminatoria como Hollywood. Solo Harrison Ford ha cobrado más dinero por su regreso a la saga Star Wars en El despertar de la fuerza. Neeson no es ni el primer ni el último actor que protagoniza grandes producciones de acción ya adentrado en la tercera edad. Para cuando se estrene la quinta entrega de Indiana Jones en 2020, su protagonista tendrá 78 años. Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger tenían 64 y 63 primaveras respectivamente cuando aparecieron en Los mercenarios, la saga que reunió en la gran pantalla a las mayores estrellas del cine de acción de las últimas décadas.

El irlandés nunca fue invitado. No era uno de ellos. Para el gran público, Liam Neeson era Oskar Schindler, el empresario alemán que salvó la vida de cientos de judíos durante el nazismo y que estuvo a punto de darle un Oscar al mejor actor. Algunos le conocían por su papel como Michael Collins, el histórico revolucionario que llevó a Irlanda a la independencia en los primeros años del siglo XX. Para otros, era el padre viudo de Love Actually, el rebelde Rob Roy o el científico que protegía a Jodie Foster en Nell. Liam Neeson era un actor dramático, pero antes de recibir la llamada de Besson había tonteado en un par de ocasiones con proyectos más comerciales. En 1990 protagonizó la adaptación del cómic Darkman, uno de los primeros superhéroes en hacer acto de presencia en la gran pantalla. “La película tiene seguidores apasionados, especialmente entre la comunidad afroamericana. Recuerdo el día que vi Spiderman y me di cuenta de que tenía muchísimos planos iguales que nuestra película”. Antes de que acabara la década, se metió en la piel de Qui-Gon Jinn, el maestro de Obi Wan Kenobi y descubridor de Anakin Skywalker en Star Wars: Episodio I – La amenaza fantasma. Durante años se especuló con su regreso a la saga en forma de fantasma –como había hecho Alec Guinness en la trilogía original–, pero este nunca llegó. Se rumoreó que su relación con George Lucas había sido difícil. El actor lo desmintió. “Nunca dije que me sintiera como una marioneta. George sabía lo que quería, simplemente. No tengo nada malo que decir de mi participación en la película”.

Harrison Ford y Liam Neeson, en 2012.

El irlandés nunca hubiera imaginado que diez años más tarde se convertiría en la nueva cara de un género que le resultaba ajeno hasta entonces. En 2002 contó a Metro que hizo Venganza «porque me apetecía pasarme tres meses en París haciendo un montón de escenas físicas que nunca me habían ofrecido. Me hubiera gustado hacer algo así con 25 años. Me sorprendió mucho el éxito que tuvo. Casi me dio hasta vergüenza. Y, de repente, empecé a recibir guiones de películas de acción”.Los aficionados al género le recibieron entusiasmados, hartos de esperar un relevo generacional en sus estrellas que nunca terminaba de llegar. Neeson aprovechó el momento y durante los siguientes años apareció en el remake del clásico de aventuras Furia de titanes y en su continuación; en las adaptaciones cinematográficas de la serie El equipo A y el juego de mesa Hundir la flota; en la cinta de supervivencia en la nieve Infierno blanco y en tres thrillers dirigidos por el español Jaume Collet-Serra llamados Sin identidad, Non Stop y Una noche para sobrevivir, que resultaron tan intrascendentes como entretenidos y rentables en la taquilla.El paso al “lado oscuro” hizo del actor una de las estrellas mejor pagadas de la última década, según Forbes. En 2013 ganó 32 millones de dólares. En 2014 la cifra subió hasta los 36. En ambos casos estaba entre los diez actores con mejor sueldo de Hollywood. En 2015 sus ingresos descendieron ligeramente hasta los 19,5 millones, pero siguió ocupando un hueco de los actores más rentables de la industria.

Neeson encadenó un proyecto tras otro a pesar de algunas experiencias desafortunadas. “Cuando vi El equipo A me quedé bastante confundido a pesar de que yo aparecía en la propia película. Era incapaz de saber quién era quién, qué le pasa a cada uno y por qué. Mis hijos la entendían, yo no”. Después de pasarse años esperando la llamada de Steven Spielberg para volver a colaborar en una película sobre Abraham Lincoln, Neeson decidió pasar página y dejar el proyecto en manos de otro actor. “Hay veces que te das cuenta de que eres demasiado viejo para un personaje”. Daniel Day-Lewis acabaría ganando el tercer Oscar de su carrera después de aceptar sustituir al irlandés. “No me arrepiento. Hicieron bien. Daniel es uno de los grandes”.En 2015 el actor especuló sobre su futuro en una entrevista. “Puede que me queden un par de años en el cine de acción. Si Dios se porta bien conmigo y estoy sano, creo que pararé en 2017”. El momento ha llegado y Neeson parece estar siendo fiel a su palabra. El año pasado apareció en el Silencio de Martin Scorsese y puso voz al personaje que da nombre a Un monstruo viene a verme. Dos apuestas que nos hicieron acordarnos del Neeson de antaño pero que expulsó al actor de la lista de los mejores pagados. No parece importarle. En los próximos 24 meses dará vida al mítico detective Philip Marlowe, volverá a trabajar con Collet-Serra en otro thriller y aparecerá en la primera película de Steve McQueen desde la oscarizada Doce años de esclavitud. En su 65 cumpleaños, Liam Neeson sigue haciendo las cosas a su manera. No conoce otra manera.

Retrato de Liam Neeson en una de sus multiples visitas al festival de Toronto.

Fuente: revistavanityfair.es