Muere Jake LaMotta, el boxeador que inspiró ‘Toro salvaje’

LaMotta (derecha), durante el combate contra Marcel Cerdan en el que ganó el título mundial de pesos medios, el 16 de junio de 1949.
LaMotta (derecha), durante el combate contra Marcel Cerdan en el que ganó el título mundial de pesos medios, el 16 de junio de 1949. AP
El célebre púgil tenía 95 años. Robert DeNiro le interpretó en la película de Martin Scorsese en 1980

Jake LaMotta, el célebre boxeador interpretado por Robert De Niro en la película Toro Salvaje, de Martin Scorsese, murió este miércoles a los 95 años. Falleció por complicaciones de una neumonía en un hospital de Miami, según anunció su familia.

LaMotta será recordado por su carácter irreverente y su furia dentro y fuera del ring. Vivió una vida agitada: una infancia en Nueva York en la que su padre abusaba de su madre, él aprendió a golpear en un reformatorio, alcanzó el estrellato como boxeador en los años cuarenta y luego arrastró problemas económicos y personales tras colgar los guantes y dedicarse a variopintos negocios y a la actuación. Tenía un espíritu incansable: “Golpear, golpear, golpear, nunca rendirse, recibir todo el castigo que pudiera soportar, pegar, pegar y pegar”, describió él mismo en su autobiografía, en 1970.



Jake LaMotta, en Nueva York, el 28 de Octubre de 2009.
Jake LaMotta, en Nueva York, el 28 de Octubre de 2009. TEDDY BLACKBURN REUTERS

Scorsese convirtió a LaMotta en un icono cultural con su película basada en el libro de memorias del boxeador. Toro Salvaje se estrenó en 1980 y recibió ocho nominaciones a los Oscar, entre ellas mejor película y dirección. De Niro obtuvo la estatuilla al mejor actor protagonista y el film también se llevó el premio al mejor montaje. El personaje real y el actor, que ganó 22 kilos durante la preparación, boxearon durante más de mil rondas ante del rodaje.

LaMotta nació el 10 de julio de 1921 en el Lower East Side de Manhattan y se crió en el barrio de Bronx. Hijo de inmigrantes italianos, su nombre, en realidad, era Giacobbe. Tras su paso por un reformatorio, a los 19 años se hizo boxeador profesional. En su carrera, entre 1941 y 1954, logró 83 victorias, 19 derrotas (una de ellas pactada, como él mismo reconoció después) y cuatro empates. En sus 106 peleas, solo fue noqueado dos veces.

Se ganó los apodos de Toro del Bronx y Toro Salvaje, debido a su resistencia y su estilo agresivo. Algunos de sus combates fueron antológicos, con golpes imposibles en el último suspiro, en un momento en que el boxeo desataba grandes pasiones.

En 1949 obtuvo el título de campeón mundial de peso mediano, al derrotar al francés Marcel Cerdan en un combate en Detroit después de que no pudiera continuar tras la décima ronda. La principal rivalidad de su carrera fue con Sugar Ray Robinson: se enfrentaron seis veces en el cuadrilátero y LaMotta solo ganó en una, en la que fue la primera derrota de la carrera de Robinson.

En 1951, LaMotta perdió el trono de campeón mundial y lo hizo en un durísimo combate con Robinson, bautizado como la Masacre de San Valentín. La pelea se acabó suspendido después de que LaMotta resistía encajando un sinfín de golpes y se agarraba a las cuerdas para no caer al suelo.

El boxeador, que tuvo varios matrimonios, deja cuatro hijas. Sus dos hijos fallecieron en 1998. Tras abandonar el ring, se hizo con una discoteca en Miami, grabó anuncios, trabajó en una discoteca nudista en Nueva York y apareció en varias películas. Los problemas le acecharon. Tras asegurar que había ganado un millón de dólares como boxeador, se arruinó con rapidez. Y en 1957, estuvo seis meses encarcelado por alentar a una menor a prostituirse. Pero la película de Scorsese le ayudó a blindar su fama.

Fuente: elpais.com