Argentina: Necesitaba una prótesis millonaria y la consiguió gracias a la solidaridad en las redes sociales

Esperó 13 años una pierna ortopédica y en un mes recaudó más de un millón de pesos. Su historia.María Emilia Correa con su flamante prótesis. La joven juntó más de un millón y medio de pesos a través de las redes sociales. Foto: Guillermo Rodriguez Adami A los 11Me acuerdo patente el día que corría con mi hermana y me frené porque me empezó a doler la pierna, era un dolor muy raro, como si me hubiera golpeado. (…) Pasaron un par de meses, comencé a renguear, y el dolor se puso insoportable. Un día me golpee en esa zona y fue tanto el dolor que me llevó urgente a hacer una radiografía.«Tenés un hueso hinchado».María Emilia Correa ahora tiene 26 años pero no se olvida de la frase que usaron en el Hospital Garrahan, adonde llegó desde San Juan, su provincia, para recibir la peor noticia: tenía cáncer infantil.

María Emilia Correa probando la prótesis alemana que consiguió gracias a una campaña en las redes #unapiernaparaMariaEmilia. Foto: Guillermo Rodriguez Adami 

Entre médicos, una hermana mayor y un papá «increíble» -como cuenta a Clarín– María Emilia era una nena de 11 años sin mamá, que se había muerto por una hemorragia cuatro horas después del parto.A los 13Con batas con dibujitos, varias sesiones de quimioterapia encima y una operación que le sacó 6 centímetros del hueso enfermo, María Emilia también tuvo que entender cómo le «dibujaban» -bromea- qué tenían que amputarle la pierna derecha.​La metástasis no frenaba, ella tampoco, y el corte fue desde el fémur.Así lo contó ella misma, mejor que nadie, en la página de Facebook que creó el 20 de septiembre para pedir ayuda a través de donaciones en una cuenta bancaria.Su obra social, que depende del gobierno de San Juan, le negó la cobertura dos veces.«Ya me cansé de tanto papeleo, burocracia, políticas, de los sí falsos, de las supuestas ayudas. Yo sigo así, sabiendo que hay algo que me cambiaría la vida pero que no lo puedo alcanzar. Vivo preocupada porque no sé cuánto tiempo más voy a aguantar los dolores, no sé cuánto tiempo más va a aguantar mi columna. Y ahora estoy mucho más preocupada: tengo 26 años, mi cuerpo me está abandonando y mi hija sólo me tiene a mí«, escribió.Ni siquiera tenía un perfil propio. Y hasta «desconfiaba de las redes». Pero con su mensaje conmovedor y un hashtag larguísimo, le puso el pecho a la tragedia, y nació #UnaPiernaParaMaríaEmilia.La usuaria de Twitter @salvinamusica -una abogada que ya ayudó a muchas personas desde esa red social- inició la campaña viral con la que consiguió reunir los $ 1.625.000 para la prótesis que llegó el martes a Argentina desde Alemania.

«Me resistía a pedir. No me gustaba la idea. Tenía miedo de no llegar, de conseguir la mitad de la plata y no poder comprar la pierna ¿Y cómo iba a devolvérsela a los que habían donado?», explica María Emilia, desde la ortopedia Ottobock en la Ciudad de Buenos Aires.»Ahora me doy cuenta de que las redes no son sólo para odiar. A mí me salvaron. Salvina me consiguió más de 1 millón de pesos desde Twitter. Ahora sí se terminó el cáncer«, sigue esta «guerrera», mamá soltera de Maite, que tiene 5 años.En su vida probó varias prótesis y su cuerpo las rechazó a todas. Lo mismo le pasó con los tratamientos en su provincia y en Buenos Aires.»Me decían una cosa por otra y no me rehabilitaba bien. No pude volver a caminar.» Se cansó y no usó prótesis durante 10 años. Volvió a las muletas.Gracias a la terapia, en los últimos 13 años terminó el secundario, cursó un terciario de gastronomía y tuvo a su hija, a la que cria sola.

«El padre se borró desde el primer momento y jamás me pasó la cuota alimentaria», se lamenta. Ella salió a vender budines y, por su fortaleza, la vieron y la contrataron como administrativa en el gobierno de San Juan.En Córdoba encontró la clínica de ortopedia GD y fue donde, por primera vez, le hablaron de la X3 de Ottobock. Esa que estrenó el miércoles y que, según dice, «se carga como un celular, tiene modo para correr, para andar en bici y una especial para mí, para bailar».

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A los 26La Genium X3 es una prótesis controlada por un microprocesador que recuerda los movimientos de María Emilia a cada paso. Es resistente al agua -se puede duchar con la pierna puesta- y está sincronizada con la aplicación Cockpit en su celular con Android para que pueda ir cambiando la articulación, por ejemplo, del modo correr al de trotar.«Hasta voy a poder caminar hacia atrás», festeja.Desde Ottobock le hicieron un descuento de $ 60.000. «Mi hija, que está en San Juan con mi papá, me va a ver llegar con una ‘pierna robot’. Y toda la provincia me va a ver medio mujer biónica. Porque allá nadie la tiene. Sé que hay 3 personas en Córdoba que la compraron», detalla.«Tenía las muletas dobladas del peso de cargar las bolsas con los budines. Ahora voy a poder llevar de la mano a Maite al colegio, que empieza primer grado. Antes le había enseñado a que se agarre de la muleta izquierda.»María Emilia volvió a Córdoba para hacer el tratamiento definitivo que la ayude a mejorar su calidad de vida. Eso viene incluido en el precio de la x3.

A través de las redes, esas de las que descreía, no deja de subir videos y mensajes agradeciendo a todos los que la ayudaron a conseguir su pierna.»No es estética, no está recubierta con piel sintética o algo. No me da vergüenza. Al contrario. Yo la muestro feliz y va a mejorar muchísimo mi autoestima. Esta pierna era para mí, pero hoy es de todos«, festeja. Fuente: clarin.com