Patrimonio cultural, maquillaje del dolor

Horror, llanto, plegarias, en medio de risas y el despliegue de nuestra cultura carnavalera. Lo que se pierde en carnavales no hay opción de recuperarlo, adormecidos por el alcohol y nuestro inviolable derecho a divertirnos marcó la historia en nuestra querida Bolivia…mar, vida, entre otros episodios.
Acaso vamos a cambiar la historia si suspendemos los carnavales? es el sentimiento de los espontáneos, quienes hacen de sus vidas, un lamento eterno.
El hombre es hombre justamente cuando hace algo que quiere dentro de los marcos de lo que debe, eso es dignidad de persona; tener el coraje de respetar nuestros deberes como sociedad, tener comportamientos debidos, y que mas digno comportamiento que aquel que respeta la vida, el dolor, los derechos de otros.
Como es natural en nuestra cultura, rasgamos las vestiduras, lamentamos con frases grandilocuentes el dolor ajeno, nos solidarizamos por las redes, hacemos show político con la muerte, pero la fiesta continúa, porque no tenemos la educación ni los sentimientos para cumplir con una necesidad, no a costa de otros, sino con los otros, es por esta sencilla razón que no tenemos norte, somos una sociedad amorfa y «espontanea», hacé la tuya, no lo que debes, es parte de la barbarie que vivimos porque no hemos adquirido aún la madurez de someter los impulsos a reglas universales, a valores superiores que nos distingan.
Si bien existe una dicotomía frente a la responsabilidad y la eficacia en un mundo globalizado, no es el caso de Oruro, donde la espontaneidad de una autoridad los lleva a un accidente con nefastas consecuencias y no es remota la posibilidad de actuar con responsabilidad, no solo por la determinación de la improvisación, sino por la investidura y compromiso del liderazgo de proteger y velar por la seguridad de una población que lo eligió como guía, o quizás ese sea el problema, que en los tiempos del populismo donde estamos informados de todo a favor y en contra de nada, no hay que hacer, porque no existe libertad y democracia sino impostura del poder en la voluntad de una población que lucha contra sus temores a la despiadada e indigna violencia ejercida frente a quienes tienen el coraje de Milena Fernández cuando dijo un 20 de diciembre de 2013, faltan gestiones de las autoridades en los tres niveles del Estado para que nuestro majestuoso carnaval sea recordado por turistas del mundo entero como lo que es, majestuoso!, y Oruro la cuna de la intangibilidad cultural no quede fétida.
La culpa, ofendió la incapacidad repetitiva de las autoridades del grande Oruro, y desencadenó años de humillación e infortunio a una profesional que su único pecado fue cumplir con su deber de informar y reflexionar sobre una verdad que duele, pero no importa, mientras hacemos fanfarrias de nuestro patrimonio universal intangible frente a la tangibilidad de nuestra cultura insolidaridaria.
Lavive Yañez-exdiputada nacional