El ministro de Economía, Mario Guillén, justificó el ajuste a la propuesta inicial de incremento salarial que ahora será de 5,5% al básico y de 3% al mínimo nacional. Explicó que los datos económicos hacen posible pensar en un segundo aguinaldo.
El presidente Evo Morales en la reunión en la que se decidió el incremento salarial. Foto:Ministerio de la Presidencia Para el Gobierno los empresarios ya “vislumbraban” un incremento salarial como el acordado el miércoles con trabajadores, de 5,5% al básico y de 3% al mínimo, tomando en cuenta la inflación y el crecimiento. Ahora está en análisis si será inversamente proporcional, pero “casi con seguridad los incrementos van a ser lineales”, informó el ministro de Economía, Mario Guillén.“Nosotros creemos que ya en ciertos sectores los salarios más altos se han ido achicando con los salarios más bajos, entonces vamos a analizar todavía el inversamente proporcional pero casi con seguridad los incrementos van a ser lineales”, anticipó la autoridad que ayer estuvo en la reunión en la que se terminó definiendo los porcentajes de incremento.El inversamente proporcional implica un mayor incremento para quienes menos ganan sobre la base del porcentaje definido. El presidente Evo Morales y la dirigencia de la Central Obrera Boliviana (COB) acordaron ayer el incremento que representó una mejora sobre la inicial propuesta que estaba en 3,5% al básico y el congelamiento del mínimo nacional.Guillén explicó en una entrevista en el programa ‘Levántate Bolivia’ de Cadena A que no debería ser una sorpresa el acuerdo para los empresarios teniendo en cuenta el nivel de inflación de 2,71% y el crecimiento de 4,2% que, según dijo, son datos que muestran que el incremento debería estar entre 5% y 6% para la reposición de su poder adquisitivo y distribución de la riqueza.La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) expresó en varias oportunidades que la mejora no debería superar el 3% porque uno mayor pondría en riesgo la estabilidad de las empresas y en consecuencia el empleo. Para Guillén el sector patronal no debe cargar sobre los trabajadores su competitividad sino en su eficiencia y tecnología.La decisión de “descongelar” el salario mínimo nacional estuvo motivada por argumentos de la COB en sentido de que debe reponerse el poder adquisitivo.“Siempre hay argumentos técnicos que podamos incorporar a esto para que los empresarios sigan teniendo competitividad y el trabajador tenga un incremento real a su salario”, insistió como parte de los argumentos para el cambio y ajuste en la oferta salarial inicial que había sido rechazada por los trabajadores.El pago del segundo aguinaldo también entró en las negociaciones realizadas ayer en Palacio de Gobierno. Para Guillén es altamente probable su pago este año teniendo en cuenta el crecimiento registrado en el segundo semestre de 2017 y los datos iniciales de estos primeros meses.“Para que nosotros hayamos llegado a un crecimiento de 4,2 en 2017 hemos crecido más o menos en el segundo semestre en 4,9%” y para este año hay perspectivas interesantes por indicadores como el crecimiento de la producción de hidrocarburos, la inversión pública, mejor recaudación impositiva y recuperación minera.“Nos hace vislumbrar que nuestro crecimiento va a estar por encima del 4,5”, sostuvo.El pago del segundo aguinaldo depende de un crecimiento económico superior a 4,5%. Ese beneficio no fue pagado en los últimos años debido, precisamente a que el crecimiento fue menor.El incremento salarial será oficializado con la aprobación de un decreto el 1 de mayo, en el Día del Trabajador, y su pago será retroactivo a enero.La Razón Digital / Carlos Corz / La Paz