Síntomas que revelan problemas de riñón

A partir de los 40 años la funcionalidad renal empieza a disminuirLos riñones desempeñan la función esencial de eliminar los productos de desecho de la sangre y regular los niveles de líquido que el cuerpo necesita. Además de esto, el riñón está a cargo de producir hormonas, metabolizar vitaminas y eliminar sustancias que pueden ser dañinas para el cuerpo, por lo que es fundamental detectar deficiencias en su funcionamiento para prevenir complicaciones.Daniel Molina, nefrólogo de la clínica Incor, explica que existen varios tipos de trastornos renales que se puede clasificar en:

  • Glomerulonefritis primarias: Son anomalías propias del riñón producidas mayormente por infecciones u obstrucciones de la vía urinaria, así como aquellas que son hereditarias.
  • Trastornos secundarios: Originados por otras afecciones como la diabetes, principal causa de insuficiencia renal a nivel mundial; la hipertensión arterial; enfermedades autoinmunes en las que el cuerpo ataca a las células sanas, tales como lupus o la vasculitis.

Para diagnosticar al paciente el especialista sugiere realizar inicialmente una prueba de creatinina; sin embargo, aclara que ésta no refleja daños en el riñón, por lo que es necesario evaluar la presencia de proteína en la orina para el diagnóstico, ya que indica el grado de lesión, predice el ritmo de progresión y facilita la elección del tratamiento. En personas diabéticas los análisis y control son más específicos, por lo que es de suma importancia acudir al nefrólogo desde el momento de su diagnóstico.“El riñón es un órgano demasiado noble que no presenta indicios hasta que el problema está muy avanzado y su capacidad ha disminuido alrededor de un 50%”, afirma Molina. Síntomas como la hinchazón de pies, anemia, cansancio, nauseas, falta de apetito y picazón en la piel, requieren atención médica inmediata para revertir el proceso que lo originó o ralentizar su evolución lo antes posible.El especialista de la clínica Incor insta a las personas a cuidar la alimentación, disminuir la sal, evitar las dietas hiperproteicas ya que provocan que el riñón trabaje de más (hiperfiltración) y no fumar, pues está establecido que acelera la progresión de la enfermedad. Se recomienda ejercitarse con regularidad y consumir una cantidad de líquidos al día en función de la actividad física que realice.Fuente: Buen Vivir