Violencia en Nicaragua: así atacan los grupos paramilitares del régimen con armas del Ejército

Las fuerzas de choque de Daniel Ortega agreden a la población civil con lanzacohetes RPG 7, ametralladoras PKM y AK-47, y granadas, entre otras armas de guerra

Los grupos paramilitares utilizan armas de guerra en Nicaragua (La Prensa)

Los grupos paramilitares utilizan armas de guerra en Nicaragua (La Prensa)

A medida que aumenta la violencia del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, crece la participación de los grupos paramilitares sandinistas, conocidos como turbas. Desde el domingo ha escalado la intervención de estas fuerzas de choque en tres municipios de Carazo, atacando incluso a las máximas autoridades de la Iglesia nicaragüense.



Imágenes compartidas en las redes sociales por la sociedad civil muestran cómo los paramilitares portan armas de guerra. Esto ya había sido denunciado en los últimos días.

Roberto Samcam, militar retirado y ex guerrillero sandinista, informó que los grupos de choque utilizan lanzacohetes RPG 7  para atacar a la población.

El RPG 7, un lanzacohetes portátil que se puede manipular casi con el mismo esfuerzo que un fusil, fue utilizado en los ataques perpetrados este lunes contra la población de Jinotepe y Diriamba.

«El RPG-7 es un arma de apoyo de la infantería, usado en la lucha contra los tanques y para la destrucción de defensas fortificadas ligeras», explicó.

«Esto (el uso de esas armas) es para una guerra convencional. Esto es una verdadera masacre, hecha ex profeso (deliberadamente) por Daniel Ortega y Rosario Murillo», agregó Samcam, de acuerdo a lo consignado por el diario local La Prensa.

En las imágenes divulgadas en las últimas horas también se vio a paramilitares utilizando ametralladoras PKM y granadas de fragmentación.

El clero fue agredido en Diriamba (La Prensa)

El clero fue agredido en Diriamba (La Prensa)

Semanas atrás, los manifestantes habían denunciado el uso de fusiles AK-47, de origen ruso, y del Dragunov, de uso para francotiradores.

Este lunes, un grupo de seguidores de Ortega, con el apoyo de los paramilitares, agredió a miembros de la Iglesia, entre ellos el nuncio apostólico en Nicaragua, Stanislaw Waldemar Sommertag, el cardenal Leopoldo Brenes y el obispo Silvio Báez, quien se habían dirigido a la basílica de San Sebastián, en Diriamba, para rescatar a los médicos y misioneros franciscanos que se encontraban asediados desde el domingo por los violentos.

Desde el inicio de las protestas contra el régimen el 18 de abril, la represión ha dejado más de 300 muertos, según datos de organismos humanitarios locales.

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Fuente: infobae.com