El miércoles pasado el juez federal Claudio Bonadio quedó habilitado para allanar los tres domicilios particulares de la expresidenta Cristina Kirchner dentro de la causa de los cuadernos de las coimas . Fue gracias a la votación en el Senado que, por unanimidad, decidió permitir el allanamiento de la actual senadora.Durante el allanamiento realizado en el departamento porteño que la exmandataria tiene en Recoleta, en la intersección de las calles Juncal y Uruguay, los investigadores no encontraron pasadizos secretos ni bóvedas escondidas detrás de las paredes, pero sí un detalle que les llamó poderosamente la atención.»El vestidor tiene la puerta blindada», dijo a LA NACION un funcionario al tanto del resultado de los operativos. Dentro, no hallaron nada de valor. Como en el resto del inmueble, no había dinero ni joyas. Pero el dato circuló entre quienes participaron del trabajo.
El allanamiento en el departamento se extendió por 13 horas. La policía no secuestró nada, pero se revisaron paredes, techos y pisos con el objetivo de buscar elementos de prueba y «corroborar» las declaraciones reunidas en la causa.Los investigadores hicieron una valuación de cuadros y «artesanías». No dieron con dinero ni otros objetos de valor. El inmueble no estaba ocupado. Se usaron escáneres y boroscopios, que son accesorios para ver a través de pequeños huecos.
La casa de El Calafate
Cristina Kirchner empezó la construcción de la casa en 2003. La primera etapa estuvo a cargo del arquitecto Ernesto Cañas. Algunos detalles posteriores los hizo el arquitecto Pablo Grippo, quien luego se encargaría de la construcción del hotel boutique «Los Sauces», en terrenos lindantes al chalet y también propiedad de la exfamilia presidencial.
La casa de Juncal y Uruguay
Fuente: lanacion.com.ar