Por ayudar a su hijo en la escuela, una madre aprende a leer y escribir

Cirila lloró al percatarse que le sería imposible ayudar a su hijo en sus tareas, ya que no sabía leer ni escribir. La impotencia la llenó de tristeza, pero no se rindió. A sus 34 años decidió ingresar a un Centro de Educación Alternativa (CEA) y al fin pudo entender las letras y números que la rodean.

“Lloro porque no entiendo nada y no conozco las letras y muchas multiplicaciones, eso me impide apoyar a mi hijo, sufrí mucho y por eso quise aprender”, contó Cirila  Alvarado Fernández, mientras jugaba ayer a formar palabras bajo la guía de su maestra.



Las primeras lecciones le permitieron  llevar las cuentas de su negocio de venta de jugo de naranja. La profesora de Cirila, Rosalía Cruz,  del CEA Ladislao Cabrera, explicó que la mayoría de sus estudiantes son migrantes de áreas rurales, a quienes se les negó la educación o no accedieron a ella por escasos recursos económicos.

“Las mujeres me contaban que en sus hogares sólo los varones tenían derecho a estudiar y  ellas se quedaban en el campo”, relató.

Cuando era niña, Cirila caminaba dos días para ir a una escuela precaria al norte de Potosí, donde no había cuadernos. “Nos sentábamos al aire libre, escribíamos con carbones en piedras planas”, contó.

Ante las dificultades dejó la escuela en segundo grado y  desde sus 12 años trabajó. “Ahora me doy cuenta lo importante que era estudiar, pero nunca es tarde para retomar”, dijo con una sonrisa.

En Cochabamba el analfabetismo aún es una realidad. Como Cirila existen cientos de personas que no accedieron a una educación primaria. En el departamento un 2,5% de la población es analfabeta.

En procura de revertir esta cifra, en 2006 se inició el Programa Nacional de Alfabetización y Posalfabetización.

“La alfabetización democratiza la educación para todos, genera la equidad de género, permite salir de la pobreza y brinda mayores oportunidades para ejercer los derechos ciudadanos”, señaló el responsable del programa de Posalfabetización de Cochabamba, Aldo Padilla. Los programas resultaron exitosos, sin embargo, falta mejorar el nivel de aprendizaje.

Hoy se recuerda el Día Internacional de la Alfabetización y  ayer se hizo una exposición de los CEA en la plaza Sucre.

 

TESTIMONIOS

«Yo vendo  jugo de naranja y con eso me mantengo, cuando termino a las siete de la noche me voy a la escuela, quiero hacer ese sacrificio por ayudar a mi hijo y sacarlo adelante». Cirila Alvarado. Estudiante CEA Ladislao Cabrera

«La mayoría de los estudiantes llega cansado al aula porque ha trabajado todo el día. Y,  si uno les da una clase mecánica se aburre, por eso se tienen que buscar estrategias diferentes y didácticas». Rosalía Cruz. Profesora CEA Ladislao Cabrera Maestra de Cirila.

Fuente: lostiempos.com