Rusia celebra unas elecciones regionales marcadas por la impopular reforma de las pensiones

El exjefe de Gabinete de Putin, Serguéi Sobianin, es favorito para la Alcaldía de Moscú

Unos artistas, este sábado durante la celebración del Día de la Ciudad en Moscú.
Unos artistas, este sábado durante la celebración del Día de la Ciudad en Moscú. SERGEI ILNITSKY EFE
Este domingo se celebran elecciones regionales en gran parte de Rusia, en las que, a pesar de la coyuntura desfavorable para el Kremlin debido a la devaluación del rublo y la impopular reforma de las pensiones, no se esperan grandes sorpresas, aunque los observadores pronostican un descenso en la votación de Rusia Unida y, sobre todo, un aumento del abstencionismo. Para el mismo día, el opositor Alexéi Navalni —que cumple una pena de 30 días de cárcel—, ha llamado a manifestaciones de protesta a lo largo del país, que las autoridades se han negado a permitir señalando que la ley prohíbe mítines y toda propaganda política durante la jornada electoral.Los rusos elegirán el domingo a jefes (gobernadores y presidentes de repúblicas federadas) y parlamentos regionales en una importante parte del país, incluida la ciudad de Moscú. En la capital el alcalde Serguéi Sobianin (que tiene, al igual que el de San Petersburgo, estatus de gobernador), se presenta a un nuevo mandato que nadie duda de que logrará sin problemas.Aunque la situación económica no favorece al Gobierno —el rublo continúa devaluándose debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y otros países occidentales por la anexión de Crimea y el caso Skripal—, el régimen está lejos de estar en peligro. Pero, debido a las protestas convocadas por Navalni, los observadores esperan una jornada agitada, con detenciones y posibles enfrentamientos con la policía.El presidente Vladímir Putin sigue contando con un apoyo mayoritario y él mismo ha intervenido directamente para tratar de tranquilizar a los rusos que rechazan la reforma de las pensiones (según las encuestas, un 90% de la población es contraria a ella). Primero habló por cadena nacional explicando por qué es necesario emprender esta reforma y, el jueves, a tres días de las elecciones, se enviaron en el parlamento una serie de modificaciones propuestas por Putin a la ley que está en discusión en la cámara de diputados.Entre los cambios más importantes que Putin propone introducir al polémico texto ya aprobado en primera lectura está la edad en que las mujeres pueden jubilarse, que disminuye de los 63 de la nueva ley en debate a los 60 (según la legislación actual las mujeres lo hacían a los 55 años, pero la nueva ley los aumentaba a los 63, es decir, en ocho años, mientras que a los hombres les aumentaba solo cinco, de 60 a 65) y la modificación del Código Penal para poder castigar a quienes echen a los trabajadores en el periodo de prejubilación.Los partidos opositores que compiten piensan aumentar su influencia debido al rechazo general de la mencionada ley. Politólogos como Gleb Kuznetsov, jefe del consejo de expertos del Instituto de Investigaciones Sociales, consideran que el partido gubernamental Rusia Unida (RU) se verá golpeada y tendrá un apoyo menor al acostumbrado. Esto, explica Kuznetsov, se reflejará particularmente en donde hay comicios a los parlamentos regionales (en los que compite un mayor número de organizaciones), y si RU obtiene en ellos un 30-35% podrá considerarlo un buen resultado. Esta coyuntura la esperan aprovechar especialmente los comunistas y Rusia Justa, partido que se define como socialdemócrata.Para disuadir a las personas a salir a protestar el domingo, las autoridades han tomado una serie de medidas preventivas. Así, con el fin de neutralizar a los líderes más carismáticos e intransigentes, han utilizado las normas de organización de mítines —específicamente contra Alexéi Navalni, el principal dirigente de la oposición extraparlamentaria, y Serguéi Udaltsov, cabeza del Frente de Izquierda—, que estos políticos han quebrantado en diversas ocasiones. A ambos les han aplicado el Código Administrativo, que prevé penas de cárcel de hasta 30 días para los infractores, y también han puesto tras las rejas a otros activistas locales, además de organizar diversas actividades para obstaculizar las posibles marchas de los opositores. En Moscú, por ejemplo, sábado y domingo se celebra el Día de la Ciudad.Estas medidas, sin embargo, difícilmente impedirán que los descontentos salgan a protestar el día de las elecciones. Las últimas encuestas del Centro Levada muestran que ha aumentado sustancialmente el nivel de tensión entre los rusos, comparable ahora, según los especialistas, con el que había en vísperas de la crisis de 1998, que desembocó en la declaración de bancarrota de Rusia.Los resultados del sondeo realizado a fines de agosto muestran que al 72% de los encuestados le preocupa la subida de precios (hay temor de que la inflación se dispare debido, entre otras cosas, a las nuevas sanciones impuestas por Washington), el 52% siente que se ha producido un empobrecimiento de la población y al 48% le inquieta la desocupación.

Fuente: elpais.com