Los Malpensados y el “efecto Morales”

La imagen puede contener: 1 persona, primer planoJuan Francisco Gonzales UrgelLlamó a suceptibilidad de mucha gente que Evo Morales y el MAS, normalmente prestos a echar a otros toda culpa, hayan pasado por alto la participación de Carlos Mesa en el affaire marítimo de La Haya. Muchos consideran que, para el partidon de gobierno, esta era una oportunidad de oro con la cual deslastrarse del propio fracaso y echar plomo sobre las alas de su contrincante más visible.Mayor asombro causó que Carlos Mesa tomara el guante de las primarias, y pasando por alto una ley de partidos políticos altamente cuestionable, asumiera como hecho consumado la habilitación del Jefazo, sin mayor trámite que una resolución del TCP, que desconoce el art. 168 de la CPE y el referendo del 21 F.Así, dos temas espinosos fueron sacados de agenda aparentemente como resultado de estrategias convergentes.

Los malpensados barruntan que nada conviene más al MAS, que la candidatura de Carlos Mesa pues, por una parte, polarizaría a la oposición, dividiéndola en dos mitades fácilmente superables con los votos del MAS en el exterior (que nadie en la oposición tiene capacidad de fiscalizar), y los inefables TSE, potenciado con nuevos Vocales, y  los TSD afinados para maquillar el fraude y aumentar artificialmente el “voto duro” del MAS, en lo interno.

De paso, electoralizar al país prematuramente y bajo las condiciones que impone el partido gobernante, dicen los malpensados, implica dotar de cierta legitimidad a la re postulación de Morales, ahora con la CIDH encima. Al respecto, ya existen intentos de conformar una corriente de opinión favorable, con encuestas, apoyos sectoriales, resoluciones y reglamentaciones destinados a brindar mayor credibilidad a los “resultados” de las elecciones.



Hasta aquí, alegan los malpensados, van tres temas borrados de escenario: el fracaso de La Haya, el cumplimiento del 21 F y el Padrón Electoral con el cual votaremos el 2019.

Según opinan los malpensados, quienes direccionan la estrategia del MAS y su candidato calculan que Carlos Mesa, fiel al estilo anti-política ejecutado durante su paso por la Presidencia, no vacilaría en desechar a los partidos políticos o cualquier organización estructurada orgánicamente. Recuerdan que Mesa prescindió de los partidos, nunca consensuaba decisiones con ellos, y sólo acudió a su concurso para salir de los atolladeros bajo la amenaza de renunciar.

Esto, según los malpensados, ha sido adecuadamente sopesado por los estrategas del partido de gobierno, quienes atribuyendo a Carlos Mesa un ego tan grande como el del Jefazo, no vacilaría en centrar su campaña sobre la base de su “carisma y prestigio personal” bajo el argumento de que, la unidad que se reclama es exactamente igual a un candidato único: él mismo.

Los malpensados afirman que los estrategas del MAS pretenden proteger todos sus flancos: aupar una candidatura buchipluma sin capacidad de reacción, mucho menos de acción. Inútil en caso de controlar un proceso de votaciones complejo, pero con alto potencial polarizador de la oposición; y en el escenario de una derrota del oficialismo, también incapaz de conformar un gobierno con la suficiente fortaleza para enfrentar los sacudones del MASismo en plan de recuperar el poder y condicionar la rendición de cuentas que, con seguridad, exigirán los votantes.

Razonan los malpensados que, teniendo el poder, las mayorías parlamentarias, las autoridades judiciales, los recursos materiales, financieros y humanos de un Estado personalista; dispuestos para perpetuarse y destruir oponentes, el MAS dosifica cuidadosamente sus ataques contra Carlos Mesa, en tiempo e intensidad.

Acusaciones van y vienen, aparentemente no para sacar de carrera su candidatura, cuanto para generar solidaridad en torno al ex Presidente.¿Alguien recuerda el Efecto Rocha, cuando las declaraciones del entonces Embajador (Manuel Rocha) de los EE.UU. favorecieron al MAS? Parece que estamos frente a un “efecto Morales”.Estos malpensados.