La Paz. Carolina V. y Antonio C., los papás del pequeño, fueron sentenciados por el abandono de su hija mayor Yadira, de quien no se conoce dónde está ni con quiénes.
Cuatro años después de la muerte del bebé Oscar Alexander, el proceso judicial continúa e impide que su nombre deje de ser repetido como el símbolo de la crisis de la justicia boliviana. De su familia se habló poco. ¿Qué fue de sus padres luego de cuatro años del fallecimiento del pequeño?“No hubo justicia, ni para el bebé Alexander ni para sus padres. (…) Ellos estaban en la cárcel por el supuesto abandono de la hermanita mayor de Alexander”, declaró ayer Juan Carlos Escalante, exabogado de Carolina V. y Antonio C., padres del bebé de ocho meses que perdió la vida el 13 de noviembre de 2014.El jurista explicó que Carolina V. y Antonio C. fueron sentenciados por el delito de “abandono de menor”, presuntamente cometido el 24 de mayo de 2014 en la zona de Alto Chijini y la víctima era su hija, Yadira.“Lo que sabemos de ellos es que se sometieron a un proceso abreviado (para obtener su libertad) por necesidad, después de dos años en la cárcel, no son personas a las que se les probó algún delito, eran humildes y su situación personal nunca fue tomada en cuenta por el sistema judicial”, señaló Escalante.
Audiencia de los padres del bebé Alexander, en julio de 2015.
Apartada de sus padres, Yadira fue internada por algunos meses en el Hogar Virgen de Fátima y más adelante pasó a otro hogar.La sentencia emitida en meses pasados fue dictada por los miembros del Tribunal Décimo de Sentencia, quienes sin prueba científica dictaron condena de 20 años contra el médico Jhiery Fernández, por la supuesta violación contra Alexander.Además de Yadira y Alexander, ambos concubinos tuvieron hijos mayores de parejas distintas y fueron ellos (ahora viven en Argentina) quienes en julio de 2015 salieron a dar su versión sobre los sucedido con ambos niños y pidieron libertad para sus padres.Los hijos mayores admitieron que la pareja bebía, pero no vivía en la calle, como la Defensoría de la Niñez y la Alcaldía de La Paz sostuvieron de forma oficial.Antonio C. era radiotécnico y Carolina V. era comerciante. Fueron sentenciados juntos pero al salir de la cárcel decidieron separarse al no tener ya una familia en común.El 23 de junio de 2014, según los documentos, la Defensoría de la Niñez “rescató” a Alexander, por denuncia de vecinos que reportaron que su padre bebía y no lo alimentaba. Sacaron a Alexander de su casa, mientras Carolina V. se encontraba en Oruro, adonde viajó para comprar mercadería.A su retorno, junto al padre pidieron de distintas formas ver al bebé, pero el antecedente de la denuncia por abandono de su hermana Yadira afectó su credibilidad.El expediente también revela que Alexander no tenía certificado de nacimiento y más adelante, por orden judicial, despojaron a sus padres de la patria potestad y los separaron definitivamente.
En julio de 2015, con fotografías en mano, los hijos mayores negaron que los niños fueron víctimas de maltrato y culparon de lo sucedido con Alexander a la Defensoría de la Niñez y a la Gobernación de La Paz, por “destruir a la familia y encarcelar” a sus padres.“¿Qué ganó el Estado o la sociedad? Nada, sólo se encarceló a dos padres, estigmatizados, ni siquiera permitieron que reclamen justicia para su hijo”, cuestionó Escalante.Los familiares señalan que Carolina V. y Antonio C. se presentaron a las audiencias donde se procesaba a los médicos por la muerte de Alexander, pero la entonces ministra de Justicia, Sandra Gutiérrez, les negó el acceso bajo el argumento de que habían perdido la potestad.Con sus integrantes disueltos, los familiares evitaron dar más detalles del proceso judicial y sólo aclararon que Oscar Alexander era el verdadero nombre del bebé, que fue elegido por ambos padres.Oscar, su primer nombre, porque así se llama uno de los amigos del padre y les gustaba como se escuchaba, con la carga de voz en la “a”. Alexander en referencia al emperador Alejandro Magno, quien marcó la historia con sus conquistas en Europa. Hoy Alexander descansa en el Cementerio Jardín de La Paz.Jhiery Fernández pide libertad pura y simple y entrega auditoríaEl médico Jhiery Fernández presentó ayer un memorial al Tribunal Décimo de Sentencia para solicitar que se levante la detención domiciliaria que cumple y se le otorgue libertad pura y simple dentro del caso de la muerte del bebé Alexander.
Para este fin, el abogado de Fernández, Cristian Alanes, adjuntó al memorial la auditoría jurídica realizada al caso por el Consejo de la Magistratura y el informe emitido por el Defensor del Pueblo.
“Solicito a su autoridad señale audiencia de consideración de modificación de medidas cautelares”, señala parte del memorial presentado ayer al Tribunal.
“Con base en estos documentos que revelan en parte algunas de las irregularidades que se cometieron en este caso, estamos pidiendo que el doctor Fernández pueda gozar de una libertad pura y simple para que también pueda buscar una fuente laboral”, afirmó el abogado.Alanes recordó que la auditoría jurídica que presentó la pasada semana la Magistratura, detectó faltas graves y gravísimas cometidas durante el proceso por seis jueces, cinco auxiliares y dos secretarias de juzgados.Si bien la Magistratura no tiene potestad sobre el trabajo de los fiscales, en la auditoría se tiene una lista de ochos fiscales a los que se responsabiliza por la suspensión de 106 de las 220 audiencias que se programaron en más de tres años que duró el proceso hasta la sentencia.Por otro lado, en el informe del Defensor del Pueblo se señala que los fiscales del caso “escondieron o no presentaron” pruebas que favorecían al médico.El 10 de octubre, Fernández logró salir de la cárcel de San Pedro luego de casi cuatro años de permanecer detenido, acusado por la supuesta violación al bebé Alexander.La audiencia para modificar su detención domiciliaria debe cumplirse antes de que el Tribunal envíe el caso a la Sala Penal Tercera donde se realizará la apelación a la sentencia.En el caso de la muerte del bebé Alexander, también fueron sentenciadas la médico Sandra Madeni y la enfermera Lola Rodríguez. Por falta de recursos Rodríguez no apeló el fallo.