Los gigantes de la industria automotriz, junto a las grandes empresas tecnológicas, compiten por tener la novedad más disruptiva en la feria de Las Vegas
(Enviado especial) Bastaría con que se materialice una pequeña porción de todas las innovaciones que se presentan en CES para que viajar en automóvil se convierta en una experiencia completamente diferente a como es en la actualidad.
La clave, como todo en esta edición 2019 de la gran feria de tecnología del mundo, son los saltos que se están produciendo en inteligencia artificial (IA). Aplicados a la conducción de vehículos, permiten proyectar transformaciones radicales.
Ford, una de las empresas líderes del sector, presentó importantes innovaciones. En el marco de su alianza con Qualcomm para desarrollar la tecnología C-V2X, exhibió un sistema inalámbrico que le permite a sus vehículos comunicarse con otros, con personas y con las señales de tránsito, para hacer la circulación más segura y eficiente.
Este sistema le permitiría al auto leer y anticipar, por ejemplo, si un peatón descuidado decide cruzar por el medio de la calle, o si otro automovilista se prepara para hacer una maniobra imprudente. Por otro lado, al conectarse con los semáforos, detecta cuando están en verde o en rojo, y neutraliza así los peligros asociados a la distracción de los conductores.
El compromiso de la compañía es que todos sus autos nuevos estén equipados con esta tecnología a partir de 2022. Claro que para maximizar el efecto, es necesario que otros vehículos incorporen sistemas similares.
Además de presentar su nuevo CLA, que cuenta con tecnología NVIDIA, asistentes de voz y corrección de carril automática, Mercedes Benz mostró su visión del futuro. En esa línea se destaca su van autónoma, Vision Urbanetic.
El concepto, aún en desarrollo, es que sea un vehículo enteramente autónomo, con la versatilidad de adaptar su interior tanto para transportar personas como objetos. El desafío de la firma alemana es que empiecen a salir al mercado en 2022.
Bastante similar es el concepto con el que Bosch desarrolló su shuttle (servicio de enlace urbano) del futuro. Es totalmente autónomo y eléctrico.
Pero lo que más se destaca es el ecosistema interno, capaz de trasladar mentalmente a los usuarios a entornos que no tienen nada que ver con la ciudad que puedan estar atravesando realmente.
Volviendo al campo de los automóviles personales, Nissan se sumó a la lista de los innovadores. Con una idea similar a la de Bosch, se propone alterar drásticamente la percepción de la realidad que tienen los ocupantes de sus vehículos.
La clave es la tecnología Invisible-to-Visible (Invisible a Visible), I2V, que crea una realidad aumentada para el conductor. Además de ver el camino a través del parabrisas, podrá ver superpuestas todas las imágenes y la información que proviene de los numerosos cámaras y sensores con los que cuenta el automóvil. Así, un conductor mejor informado acerca del entorno que lo rodea, debería tomar mejores decisiones.
Una de las cosas más interesantes de CES es que no sólo las firmas automotrices incursionan en el mundo del desarrollo vehicular. También lo hacen las tecnológicas, y con diseños muy originales.
Samsung es una de las que más se ha destacado en ese sentido. La empresa coreana, en alianza con Harman International, desarrolló un software capaz de facilitar la conducción de múltiples maneras.
Con la tecnología C-V2X, creó una cabina inteligente, que contiene una cámara que reconoce al conductor y registra todos sus movimientos y expresiones faciales. Al detectar que se empieza a quedar dormido o que se distrae, emite un alerta que lo obliga a reaccionar antes de que se produzca un accidente.
Además, contiene un sistema que interactúa con el entorno en tiempo real, de modo de advertir si se produjo un accidente para cambiar de ruta y evitar un atasco, o incluso detenerse a tiempo ante el cruce de un peatón.
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automóviles CES 2019 Las VegasFuente: infobae.com