Los jucus en Huanuni crean cooperativas fantasmas para ‘lavar’ minerales

El robo de minerales ocasiona una pérdida mensual de al menos Bs 2 millones, y entre Bs 27 millones y Bs 28 millones anuales, a la principal empresa minera estatal de Bolivia que produce estaño.

Oruro. Ingreso a la mina de Huanuni. Los jucus entran a este sector desde túneles detrás de Posokoni. Foto: Jorge Quispe
Oruro. Ingreso a la mina de Huanuni. Los jucus entran a este sector desde túneles detrás de Posokoni. Foto: Jorge Quispe
  

La estructura criminal de los jucus, ‘lobos’ o ladrones de mineral, en Huanuni no solo cuenta con armas de fuego. Las cerca de 34 bandas crearon unas 20 ‘cooperativas mineras fantasmas’ para vender el mineral saqueado, según la Fiscalía.

“Usan ‘cooperativas fantasmas’ para comercializar el mineral robado, y algunas comercializadoras tienen pleno conocimiento de esto y saben que son ‘cooperativas fantasmas’. Hay unas 20 ‘cooperativas’ de ellas”, revela a La Razón el fiscal departamental de Oruro, Orlando Zapata Sánchez.



El robo de minerales ocasiona una pérdida mensual de al menos Bs 2 millones, y entre Bs 27 millones y Bs 28 millones anuales, a la principal empresa minera estatal de Bolivia que produce estaño.

“Hay cooperativas que funcionan correctamente, y no podemos enlodar a todas, pero tenemos identificadas otras y no daremos nombres hasta demostrar el grado de complicidad con los jucus. Una vez que acabe la investigación, inmediatamente vamos a intervenir contra los propietarios y administradores”, complementa la autoridad en Oruro, quien encabezó operativos en Huanuni, donde los jucus se enfrentaron a militares el 12 de marzo cerca de la comunidad de Cataricagua, donde fallecieron cuatro de los delincuentes.

Después de robar el mineral de las entrañas del cerro Posokoni, el más rico en estaño, los lobos, como también los llaman, venden lo robado a través de ‘cooperativas mineras fantasmas’, que ellos mismos conformaron con el fin de ‘lavar’ el mineral asaltado.

El cuaderno de investigaciones al que pudo acceder este medio muestra cómo una cooperativa, que vende mineral en $us 3.879 (ver foto abajo), y que supuestamente tiene oficinas en Colquiri, La Paz, es solo una pantalla. “Preguntamos en Colquiri, pero esta cooperativa no existe; el informe preliminar dice que es una cooperativa usada por los jucus para comercializar el mineral robado en Oruro”, denuncia Zapata.

El Fiscal tiene en sus manos varios documentos de venta de mineral que involucran a comercializadoras en la capital orureña. Los papeles tienen una clave que, según Zapata, puede referirse a nombres de los jucus.

“Presumimos que pueden ser los nombres de los jefes de grupos que dirigen”. En algunos de ellos se leen nombres de personas escritos con bolígrafo. La Fiscalía identificó a seis líderes, pero le resta saber quiénes dirigen a otros 28  grupos de ‘lobos’.

La Razón fue hasta una de estas comercializadoras sospechosas de ‘lavar’ el mineral robado e intentó hablar con algún representante, pero dijeron que no estaba ningún ejecutivo. La anterior semana, el ministro de Minería, César Navarro, dijo que unas 13 comercializadoras en Oruro estaban bajo sospecha de trabajar para los jucus e incluso citó que algunas operan en Llallagua.

El secretario general del Sindicato de Trabajadores Mineros de Huanuni, David Choque, presume que algunas comercializadoras trabajan ilegalmente. “(La fundidora) Vinto tiene que ser la única que reciba nuestro estaño, porque a veces se llevan (se roban) de aquí (el estaño), lo sacan a Llallagua y se va con nombre de cooperativa; pero es nuestro estaño”, corrobora Choque, para quien “hay varias comercializadoras que actúan en complicidad de jucus”.

El concejal de Huanuni Román Dávalos confirma que hay algunas cooperativas mineras de Llallagua que venden el mineral robado. “En Llallagua sí existen comercializadoras, y algunas cooperativas que vienen aquí (a Huanuni) a extraer mineral luego las hacen ingresar como su producción. Se disfrazan de cooperativistas y los venden como mineral legal”, puntualiza la autoridad.

Cataricagua, uno de los cantones de Huanuni que se encuentra detrás del cerro Posokoni y que según la Fiscalía, el Ministerio de Defensa y la Policía es el sector desde donde ingresan los jucus, no tiene comercializadoras.

Después del incidente del 12 de marzo, cuando murieron cuatro ‘lobos’, la seguridad en la Empresa Minera Huanuni fue redoblada con 100 policías que hacen el control interno de la mina, además de los cerca de 15 militares que protegen la seguridad externa del cerro Posokoni y las instalaciones de la empresa. No obstante, los jucus no cesan en su intento por robar mineral cada día.

La Razón Digital / Jorge Quispe / La Paz