No es broma: Almagro, de la OEA, capitula ante cuarta reelección de Evo Morales


Marco ZileriLuis Almagro dio un giro inesperado la semana pasada y avaló la cuarta reelección Evo Morales. El insólito aval del secretario general de la OEA se debe al interés del propio Almagro de reelegirse a su vez en la OEA. El asunto es grave y el Perú puede jugar un rol protagónico en la defensa de la democracia continental, según el excanciller peruano Luis Gonzales Posada.El secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, avaló la cuarta reelección de Evo Morales la semana pasada en visita a La Paz, Bolivia.–Evo Morales estuvo en Lima este fin de semana y nadie dijo nada…–Almagro ha dado una bendición a una candidatura ilegal. La Corte de San José debe emitir un pronunciamiento. A veces el silencio es complicidad. Eso es lo que pasó con Venezuela. ¿Por qué no se ha pronunciado el Perú ni el Grupo de Lima? La candidatura de Evo Morales es absolutamente ilegal. Está prohibida por la Constitución y por el referéndum, fue desahuciada por la Comisión de Venecia. Tenemos que pronunciarnos.–¿Es Evo simplemente un autócrata interesado en perpetuarse en el poder o es algo más?–Evo fue electo para el periodo del 2006 al 2011. En el 2009, con la fuerza de su gobierno, cambió la Constitución permitiendo que el presidente de Bolivia fuera reelecto en una oportunidad. Mediante una interpretación auténtica, que bien conocemos, se reeligió. En 2016 convocó a un referéndum pidiendo un cambio constitucional para permitir la reelección indefinida. Perdió esa consulta popular. Ni la Constitución ni el referéndum permitían la reelección. Pero Evo sacó un as bajo la manga: el Tribunal Constitucional, anexo al gobierno, emitió una rarísima interpretación: prohibir la candidatura de Evo violaba sus derechos humanos. Según la Comisión de Venecia, esto es un disparate.–¿Qué dijo exactamente ese órgano consultivo?–El secretario general de la OEA envió el contencioso a la Comisión de Venecia, que agrupa a los mayores expertos de Derecho y asesora a la Unión Europea, y la respuesta fue categórica, el 20 de marzo: “Una reelección no tiene absolutamente nada que ver con los derechos humanos […] limitar los mandatos garantiza la democracia y no equivale a discriminación”. El propio Almagro emitió el siguiente pronunciamiento unos días después: “La respuesta de la Comisión de Venecia es inequívoca”. Sin embargo, la semana pasada recibieron con pica pica y pututos a Almagro en La Paz, y ahí él declaró totalmente lo contrario: “Sería absolutamente discriminatorio que el presidente Evo Morales no pudiera presentarse a una reelección”.–¿Qué implicancias tiene esta declaración?–Es algo muy grave. Con ella se están convalidando todas las reelecciones ilegales en Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Venezuela. Establece además un funesto precedente: que un Tribunal Constitucional está por encima de la Constitución. Por buscar ser él mismo reelegido en la OEA, Almagro cambia su posición y genera confusión en América. Es una vergüenza lo que ha ocurrido.–A juzgar por su apoyo a Evo, ¿piensa que Almagro se ha convertido en un chavista?–Es un embajador bipolar: ha tenido una posición firme frente a Venezuela, pero se ha torcido. Esta declaración lo descalifica totalmente y es una decepción. Esto significa consolidar las reelecciones como un mecanismo para perpetuarse en el poder. Es una suerte de golpe de Estado.–Frente a esta situación, ¿cuál es la alternativa?–¿Por qué un periodo más a favor de Almagro? Si a alguien le corresponde la Secretaría General de la OEA, es al Perú. Argentina, Brasil, Ecuador, Colombia y Costa Rica han tenido ya secretarios generales. Uruguay, el país de donde procede Almagro, los ha tenido en tres ocasiones. Y el Perú, nada. El Perú tiene que pelear esa candidatura para fortalecer la democracia en América y cambiar la Carta de la OEA. La famosa Carta Democrática fue una iniciativa peruana. Acá se firmó el Grupo de Lima, un grupo de naciones democráticas que defienden principios y valores democráticos.–A su parecer, ¿a dónde debería apuntar el cambio?–La Carta tiene dos instrumentos importantes: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Misión de Veeduría Electoral. Pero es letra muerta, porque la norma establece que esta última la tiene que autorizar el gobierno. Por ejemplo, Venezuela no la permite. El cambio debe establecer que esos principios democráticos sean vinculantes.–Para acabar, ¿cuál debería ser la agenda inmediata?–Me gustaría que el presidente Martín Vizcarra declare que el Perú no apoyará una reelección de Almagro.Caretas – Perú